Calder y el arte de Brasil y París, exposiciones del Guggenheim para 2002
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
El Museo Guggenheim de Bilbao rendirá homenaje con una exposición a Alexander Calder, figura clave en la renovación del arte del siglo XX. Fue él, apuntan los programadores de la muestra, 'quien cambió los conceptos dominantes en la escultura de su tiempo e hizo del movimiento el elemento central de su obra'. La muestra pondrá de relieve su interés por la volumetría, el plano, el movimiento y el sonido a través de móviles, constelaciones, torres y gongs.
Esta es una de las propuestas artísticas del Guggenheim para 2002, anunciada ayer tras la reunión de su patronato. La programación incluye otras tres grandes exposiciones temporales: Brasil: cuerpo y alma, con 350 obras resumen el arte brasileño desde el XVII hasta hoy; París-capital de las artes 1900-1968, un repaso a la creación artística en la capital francesa durante ese periodo del siglo pasado, y otra dedicada al creador norteamericano Matthew Barney.
