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Crítica:'FOLK'
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Programa de primera

Sale al escenario y canta a capella durante varios minutos. Con un par, diría alguien. Luego la emprende con una de las baladas nocturnas de su presentación. El tono está dado: austeridad, misterio, refinamiento... El piano y el violín de Hugh Warren y Mark Emerson y el chelo de Richard Bolton tiñen de melancolía el escenario de un acogedor teatro que se acaba de inaugurar en la Casa de Campo con ocasión del festival Emociona!!! Celta.

Con June Tabor llegaron las rosas. Y la liturgia de la palabra. Una de las grandes damas de la música popular británica propuso un inesperado recital conceptual. Los matices del sentimiento amoroso y el color de las rosas, en canciones alrededor de la flor con espinas: las salvajes que florecen durante el mes de junio en Inglaterra, las de la guerra civil entre York y Lancaster, las de la seducción del atardecer recogidas en un jardín árabe o incluso las de una antigua melodía infantil. Canciones que ella canta con voz grave y gusto exquisito.

June Tabor. Sharon Shannon Band

Teatro Casa de Campo. Madrid, 22 y 24 de junio.

Sharon Shannon nació en el condado irlandés de Clare, donde dicen que los niños aprenden antes a tocar un instrumento que a hablar. En su caso, y aunque no le haga ascos a flautín y violín, es el acordeón. Un acordeón que va más allá de lo genuinamente irlandés, como en esa Music for a found harmonium, que nunca faltaba en los conciertos de la añorada Penguin Cafe Orchestra, o cuando se trata de acompañar la voz del veterano Desmond O'Halloran en sus incursiones por el sur de Estados Unidos. Sharon Shannon es la cara más festiva de la música popular. Un rostro risueño y un mohín travieso contribuyen a la sensación de alegría y vitalidad.

En la banda cuenta con su hermana Mary -con mandolina y banjo-, y las jovencísimas Kane, Ivonne y Elisabeth al violín, además de tres señores bastante apañados, sobre todo el batería. No hay un particular afán de protagonismo por su parte. Sólo música. Música tradicional, que toca con un estilo muy personal y que, lejos de enquistarse, parece capaz de llegar a nuevos puertos con ella.

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