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El vitoriano Raúl insiste en la música latina y bailable

El pasado verano, Raúl puso a bailar a todo aquel que se acercara a un concurrido sarao con canciones como Sueño su boca y Baila. Un año después, el cantante vitoriano pretende volver a provocar un idéntico fervor bailongo con diferentes títulos (Prohibida, Veneno, Mi corazón) y el mismo espíritu. Haciendo trampas (Horus-Muxxic) es el título de una segunda entrega que él considera no continuista y sorprendente.

'Haciendo trampas sorprenderá a todo el mundo, no sólo a quien tenga Sueño su boca, ya que en él demuestro que no soy sólo un cantante latino, y tal', asegura el vocalista vasco, criticado en ocasiones por imitar a artistas suramericanos de moda y éxito como Ricky Martin o Chayanne. 'Llevamos la misma onda, pero nada más', afirma sacudiéndose la comparación.

En cuanto a sus gustos musicales, asegura que está abierto a cualquier género, 'desde flamenco hasta música clásica'. 'En mi casa, donde yo era el pequeño, siempre se ha escuchado de todo', revela un superventas vasco cuyo nuevo disco ofrece baladas que intentan atraer al público de Alejandro Sanz, los ritmos latinos y bailables que uno espera de él, aproximaciones al bolero y hasta un corte pop rock (Un beso). 'Estoy satisfecho con el proyecto artístico, aunque ahora hay que esperar a la respuesta del público', dice cuando se le pregunta si está plenamente satisfecho con el resultado final de ese segundo álbum.

'No me considero un sex symbol' y 'no quiero ser cantautor' son algunas de las sentencias que uno obtiene de la boca de Raúl cuando le cuestiona por los agobios que procura protagonizar un fenómeno de fans (las adolescentes son su público más fiel y animoso) y sobre por qué únicamente figura su firma en sólo una de las 26 canciones que ha publicado.

Raúl Fuentes Cuenca trabajaba como administrativo en su Vitoria natal cuando su hermano decidió apuntarle a un concurso de jóvenes valores de la canción emitido por ETB. Entonces descubrió que su futuro estaba en ese mundo. Poco después quedó segundo en la selección del representante de Televisión Española en el Festival de Eurovisión 2000 (por detrás de Serafín Zubiri) y despachó más de 600.000 ejemplares de su primer elepé.

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