Mal menor
El goteo de las cotizaciones, como consecuencia de la ausencia de alicientes a medio plazo en los mercados de valores, aparece como un mal menor en un entorno cargado de volatilidad. Telefónica volvió a ser la referencia para un mercado que se mueve en plazos muy cortos, tanto que los grandes accionistas no parecen poder esperar a cobrar para vender el género. La cotización de Telefónica pasó por diferentes alternativas que hicieron oscilar su cotización el 4,30%, hasta cerrar con un descenso del 1,07%.
El resto del mercado trató de considerar esta cuestión como si de un asunto particular se tratara, pero Telefónica pesa demasiado en la bolsa española y resulta difícil aislar sus movimientos. Para algunos analistas, esta salida de papel muestra tan sólo cierta desconfianza en las posibilidades del sector a corto plazo y, de tratarse finalmente de las acciones de Motorola, deben considerarse como una transacción comercial de última generación que busca maximizar las ganancias.
La repetición de los tipos de interés por parte del BCE ni siquiera tuvo que pasar el trámite del visto bueno del mercado, ya que los últimos datos sobre crecimiento e inflación tienen maniatada a la entidad. El avance de IPC de junio de uno de los lander alemanes, con una subida de 0,2 puntos, reafirma la necesidad de no tocar los tipos.
Tampoco la recuperación en el déficit comercial de Estados Unidos del mes de abril aportó algo positivo en los primeros momentos, aunque una vez cerrados los mercados europeos sí se produjo una subida en las bolsas estadounidenses.
