_
_
_
_
_
TRIBUNALES

El fiscal pide 40 años a un acusado de abusos sexuales a dos menores

El ministerio fiscal de la Audiencia Provincial de Valencia solicitó ayer una pena de 40 años de prisión para un hombre acusado de agredir sexualmente a dos menores de 14 y 16 años a los que, según la denuncia del fiscal, amenzó de muerte en una sala de juegos de la localidad de Canals para que ambos le acompañaran a su domicilio. Junto a los 10 años por cada uno de los cuatro delitos de agresión sexual, la acusación solicitó una indemnización de 100.000 pesetas para cada una de las víctimas. Los hechos sucedieron en una fecha comprendida entre los meses de mayo y junio de 1998 cuando, J. B., que carecía de antecedentes penales, penetró analmente a los dos chicos, un mínimo de dos ocasiones cada uno, según el escrito del fiscal, 'lo que tuvo lugar indistintamente en el domicilio del acusado', en la localidad de L'Alcúdia de Crespins, y en las inmediaciones de la vía férrea de este pueblo. En ambas circunstancias, las agresiones sexuales se produjeron 'bajo la amenza de propinarles una paliza si no consentían tales actos o incluso de darles muerte'.

El acusado negó ayer los hechos que se le imputan y dijo que 'únicamente' les propuso que se marcharan con él para masturbarse en un lugar cercano a las vías del tren, una propuesta que los dos menores aceptaron voluntariamente, de acuerdo con su testimonio. En su intervención, sostuvo que jamás penetró analmente a los adolescentes y que en ninguna ocasión les condujo a su domicilio. Sí admitió, sin embargo, haberles pagado una suma comprendida entre las 7.000 y 8.000 pesetas por las tres ocasiones en que, dijo, tuvo encuentros sexuales con ellos. Esta afirmación coincide con la evaluación de los médicos forenses que afirmaron que en la exploración física practicada a los menores no se encontraron restos de penetración anal ni violencia física.

Amenazas de muerte

En dirección opuesta a las manifestaciones del acusado, uno de los menores reconoció haber sido víctima de una penetración y de amenzas de muerte por parte del procesado. El otro se desdijo de las acusaciones practicadas en primera instancia ante la Guardia Civil y en la instrucción y manifesto que 'sólo se masturbaron' en los encuentros que mantuvieron con el acusado.

La defensa solicitó la absolución del procesado, o en su defecto, una pena por abuso sexual. Rebatió las exigencias del fiscal al entender que no existió ni penetración ni violencia por parte de su defendido, ya que los menores, en su opinión, aceptaron voluntariamente las propuestas del acusado sin que mediara intimidación ya que los encuentros sexuales fueron 'consentidos'. En este sentido, indicó que los dos menores podrían haberse defendido en el caso de que hubieran rechazado los encuentros sexuales que les propuso el acusado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_