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César Martínez narra la historia de un conflicto familiar en la película 'Cuando todo esté en orden'

El filme, que se rueda en Sevilla, es un reflejo social de 'la España que no va tan bien'

Cuando todo esté en orden, cuyo rodaje está previsto que finalice el 30 de junio, es un retrato social de 'unos personajes a los que la vida no le va bien, como le ocurre a muchos ciudadanos de esa España que no va tan bien, y que tratan de recobrar con tesón y cariño lo que habían perdido en sus relaciones personales y afectivas', explicó ayer el director. En un tono realista, Martínez Herrada ha querido reflejar los problemas cotidianos de le gente corriente, 'personajes de la calle con los que convivimos día a día'. Para ello, no ha tenido necesidad de recurrir a grandes artificios ni al sexo o la violencia. 'Hay un alarde de pequeños detalles, imperceptibles, pero que hacen que los personajes tengan una mirada real y sean cercanos a lo que conocemos'. Todo con la finalidad de recrear unos sentimientos y emociones reales y universales. 'Los problemas que narra la película ocurren en cualquier lugar', puntualizó el cineasta. El filme, que supone el segundo largometraje para el director, se está rodando en Sevilla, Alcalá de Guadaira, Camas y Mairena del Alcor.

Recambios de la moto Santiago Ramos es Ignacio, el padre que regresa del norte, adonde ha ido a trabajar tras el cierre de la fábrica donde estaba empleado. Ignacio, abrumado por la soledad y los problemas de droga de su hijo, no marcha sólo por motivos económicos. 'Vuelve con un doble sentimiento: recuperar raíces y enfrentarse al problema de su hijo, que espera resolver. Su preocupación y tristeza inicial se van transformando en esperanza', dijo de su personaje Ramos.

El hijo rehabilitado lo encarna Daniel Guzmán. 'Él regresa para poner todo en orden, recuperar a su padre, su compañera y su hija. Es una búsqueda llena de contratiempos', señaló el actor, que destacó la sencillez de Cuando todo esté en orden: 'En su sencillez radica la veracidad y humanidad de sus personajes de esa España que no va tan bien y que reflejan a esa gente que intenta sobrevivir día a día'. Guzmán se refirió al final de la película: 'No es un final feliz ni infeliz. Es diferente. La gente no es lo que quiere ser, sino lo que puede y lo que le dejan ser'. El joven actor confesó que es el primer rodaje en el que trabaja tranquilo. 'Por primera vez no estoy atacado'.

La motocicleta cuyas piezas había vendido Pablo para comprar droga es para el director 'una metáfora visual' del comportamiento de los protagonistas y de la historia misma. 'No quedan recambios para la moto y tampoco para la clase obrera, que ha sido absorbida por el sistema. A los obreros se les ha dejado sin recambio como a la moto', señaló.

El amigo del padre, Gerardo, lo interpreta Miguel Rellán, que definió su papel como el de un hombre 'casi un anormal'. Sobre la historia, aseveró: 'No tiene nada de particular, es una historia más, casi vulgar'. A Rellán lo que más le interesa de la película es 'precisamente lo que no se ve, lo que se sugiere, como en las verdaderas obras de arte'. Cristina Plazas interpreta a la ex mujer de Pablo, que se ha casado con su mejor amigo. 'Pablo viene a poner orden, pero el orden es difícil de recuperar, la vida nos lo pone muy difícil. Un error en esta sociedad a veces se paga caro', comentó. Todos resaltaron que Cuando todo esté en orden no es una película moralista.'La droga está como telón de fondo, pero no de forma explícita'.

De izquierda a derecha, Daniel Guzmán, César Martínez, Miguel Rellán, Cristina Plazas y Santiago Ramos.
De izquierda a derecha, Daniel Guzmán, César Martínez, Miguel Rellán, Cristina Plazas y Santiago Ramos.E. MARÍN
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