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El presidente que propuso sancionar a Tomás afirma que su cese es 'insólito'

Muñoz fue relevado en la Beneficencia

'Lo ocurrido es insólito. No ha pasado nunca. No tiene precedentes'. Manuel Muñoz espera desde el pasado jueves que alguien le ofrezca una explicación plausible a su cese. Ese día, en la corrida de Beneficencia, él era el designado para presidir el festejo. Es más, fue el encargado de realizar el reconocimiento veterinario por la mañana. Un fax, enviado cuatro horas antes del inicio de la corrida, exoneró de su cometido al inspector de policía. Su lugar pasó a ser ocupado por Juan Lamarca. En los programas de mano, sin embargo, figuraba el nombre de Manuel Muñoz Infante.

'Yo no tengo que clarificar nada', comentó ayer el afectado antes de la reunión informal que mantuvieron varios presidentes de la plaza con el jefe superior de Policía, Julio Corrochano.

En el fax remitido desde la Dirección General de Turismo de la Comunidad de Madrid, de la que dependen los asuntos taurinos, la única explicación que se ofrecía para el cambio era que el acta del 1 de junio 'está pendiente de clarificación'. Ese día se celebró la corrida en que José Tomás decidió dejar que sonara el tercer aviso y se negó a matar al segundo toro. El presidente propuso una sanción para el matador por inhibición en la lidia y falta de respeto al presidente y al delegado gubernativo.

'Yo entiendo que si soy el responsable de algún altercado público se me retire de mis funciones. Pero, en este caso, yo no me negué a matar a ningún toro. ¿Qué tengo entonces que clarificar?', dice. Los presidentes están a la espera de que se les aclare una situación que, además de anómala, consideran 'injusta'. 'Yo me debo a mis superiores y debo acatar las órdenes. Por ello, no puedo dimitir. Lo que si haré, si no me ofrecen una explicación convincente, es pedir que se me sustituya completamente del equipo de presidentes', afirma. De hecho, la orden de sustitución sólo hacía mención a la corrida de Beneficencia. 'No se me suspende del cargo durante el tiempo que dure la supuesta clarificación del acta. Solamente se hace mención a esa corrida. Lo que es doblemente absurdo'.

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