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Investigadores de la Olavide idean un proyecto en países en desarrollo para evitar la emigración

Este modelo se aplicará en una comunidad indígena de Ecuador y en el municipio almeriense de Vera

Este proyecto se subdivide en dos áreas de actuación: el desarrollo local autóctono de los cerca de 30.000 saraguros que forman la comunidad en la provincia ecuatoriana de Loja y la intervención en la problemática de la inmigración que afecta a los miembros de esta comunidad localizados en Vera, Almería.

'La comunidad Saraguro se asienta en las serranía andinas del sur de Ecuador, una extensa zona que el Gobierno ecuatoriano ha catalogado como región inviable, lo que conlleva que no se invierta en su desarrollo. Por esto, los saraguros se están viendo forzados a emigrar a la capital, Quito, o a Europa, atraídos por el efecto llamada de los que ya dieron el salto', explica Juan Marchena, profesor de Historia Antigua en la Pablo de Olavide y responsable del proyecto.

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¿Cómo detener ese flujo migratorio? 'Ofreciendo programas de desarrollo endógenos que tengan solución de continuidad y garanticen la mejora de la calidad de vida de la comunidad', explica Juan Marchena. Programas que no sólo girarán en torno a las variables económicas, ya que, aunque importantes en esta sociedad globalizada, primaran sobre todo las sociales, políticas, culturales y medioambientales propias de la región que habita la comunidad Saraguro.

'Para que este modelo arraigue antes tenemos que recuperar al propio pueblo. Tenemos que reforzar su identidad personal y colectiva como parte de una cultura ancestral que es patrimonio de la Humanidad y utilizarla como base de su desarrollo posterior. Además, tenemos que dotarles de los medios necesarios para que este avance sea posible', matiza Juan Marchena.

Mujeres y medios

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El objetivo general es doble. Por un lado se implantará un modelo de desarrollo a nivel microeconómico que garantice su autosuficiencia basado en la agricultura y, por otro, se establecerá en esta zona rica en recursos naturales un plan de gestión de nuevas tecnologías en el manejo de aguas y energías renovables.

Para ello, se pretenden recuperar los mecanismos de cultivo tradicionales y adaptarlos a las demandas de los mercados locales, regionales y nacionales. También se fomentará la práctica ganadera, la arquitectura y la medicina tradicional de los saraguros, pasos imprescindibles para reconstruir la identidad de este pueblo, cuyas formas de producción giraban en torno al trabajo comunitario y el cooperativismo.

Y todo esto sin descuidar las relaciones sociales y jurídicas de esta comunidad, que se han visto diluidas por la pujante emigración y la progresiva desestructuración de esta sociedad indígena. Para el pueblo saraguro la familia es la principal unidad de producción, por lo que las relaciones entre sus integrantes están muy condicionadas por la propia subsistencia. Esta circunstancia obliga a dar un tratamiento conjunto a las relaciones familiares y de producción.

Y es aquí donde el papel de la mujer cobra vital importancia. Debido a la aventura europea de muchos hombres, las mujeres se han visto obligadas a ejercer de cabezas de familia. A ellas se dedica un área del proyecto basada principalmente en su formación. Su influencia en la producción de bienes, en la educación de los hijos y el sostenimiento familiar y su cada vez mayor poder decisorio en los órganos colectivos del pueblo son los aspectos que se tratarán de mejorar para conseguir la cohesión de la comunidad. 'Además son las encargadas de hacer más llevadero el regreso de los que emigran, que sufren el impacto de asimilar lo vivido en Europa con la realidad del Ecuador'.

La formación jurídica y legal de los saraguros es otro de los retos asumidos. Para ello, se prestará asesoría legal acerca de las formas de asociación existentes en Ecuador, la forma de crear empresas y cooperativas y, sobre todo, se asesorará a la comunidad acerca del mayor bien que posee: la propiedad de la tierra y la manera de defenderla.

Un grupo de mujeres saraguro trabajando en uno de los talleres comunales.
Un grupo de mujeres saraguro trabajando en uno de los talleres comunales.EL PAIS

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