JUGADORES DEL BAYERN EN LA PICOTA
El Bayern de Múnich, verdugo del Valencia en la final de la Liga de Campeones disputada en Milán e igualmente afortunado líder de la Liga alemana, ha vuelto a la primera plana de los periódicos, pero en esta ocasión por razones extradeportivas. Por un lado, su ex capitán Lothar Matthäus no ha transferido los 600.000 marcos (51 millones de pesetas) que había prometido a diversas organizaciones benéficas antes de su despedida del balompié germano, el 26 de mayo del año pasado. Aquel día, en el estadio olímpico de Múnich se enfrentaron el Bayern y una selección internacional. Un millón de marcos de la taquilla recaudada correspondió a Matthäus, quien había prometido apoyar una campaña en contra del consumo de drogas, un hospicio, un programa de ayuda para huérfanos mexicanos y una escuela de discapacitados en Múnich. Pero el carismático defensa parece haber encontrado otros posibles usos para semejante capital. 'He hecho donaciones, pero no a estas organizaciones' , se ha defendido en declaraciones al diario Welt am Sonntag, cuidándose mucho de decir a quién. La única entidad que ha recibido algo hasta ahora es Help Me, un proyecto tailandés para minusválidos patrocinado por el capitán del equipo, Stefan Effenberg. Por otro lado, uno de los puntales del actual Bayern, el muy cotizado defensa ghanés Sammy Kuffour, se enfrenta a una demanda de paternidad interpuesta por una compatriota residente en Dachau, localidad próxima a la capital bávara. El momento elegido por Hager Schneider, que así se llama la joven madre soltera,para reclamar que se investigue si realmente el futbolista es el padre de la pequeña Tracy, de tres meses, es, cuando menos, poco apropiado. Kuffour, de 24 años, disfrutaba la semana pasada de la luna de miel junto a su reciente esposa, Franciska, con la que se casó hace siete días en Accra, capital de su país de origen.-
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