'El Ciervo' cumple 50 años

Corría el año 1951. Unos cuantos jóvenes que se reunían en tertulia en varios cafés de Barcelona -el del Liceo, desaparecido ya, era uno de los más frecuentados- tuvieron la idea de verter en una revista las inquietudes y las apasionantes discusiones intelectuales y artísticas que surgían en sus conversaciones. Además de los hermanos Gomis, Llorenç y Joan, integraban esa cuadrilla otros veinteañeros, como Paco Salvà Miquel, Joan Peñalver, Paco Condomines y Josep Maria Barjau. El dinero para tirar la publicación y el aval lo puso la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Y así fue posible que, el 30 de junio, saliera la revista El Ciervo, autorizada como 'boletín cultural' y llamada así a propuesta de Joan Gomis, porque el ciervo es la alegoría de Jesús y del cristiano.

Pero los problemas aparecieron muy pronto. El primer número no gustó a los editores por demasiado atrevido, y dejaron de dar su apoyo a la publicación. Pese a ello, primero con la ayuda del entonces director del diario carlista El Correo Catalán, Claudio Colomer Marqués, y después con el entusiasmo de una media docena de redactores, El Ciervo siguió adelante. Se incorporaron nuevos colaboradores. Joaquim Xicoy, Roser Bofill, Alfonso Carlos Comín, Jordi Margall y José Antonio González Casanova, entre ellos.

Se reunían en bares, la dirección de la revista era un apartado de correos y los archivos estaban en distintos locales propiedad de amistades de los redactores hasta que Llorenç Gomis y Roser Bofill se casaron y convirtieron su hogar en la redacción de El Ciervo.

Con numerosos y variados avatares -por ejemplo, la censura durante el franquismo y atentados de grupos ultrafascistas contra la redacción en los inicios de la democracia-, El Ciervo ha subsistido hasta ahora, en que cumple 50 años, convirtiéndose en la única revista cultural española que ha llegado a esta edad.

Ayer, con motivo del cumpleaños, el director de El Ciervo, Llorenç Gomis; el subdirector, Antoni Comín, y el sociólogo Salvador Giner, miembro del consejo editorial, ofrecieron una rueda de prensa en el Colegio de Periodistas para presentar el número extraordinario de 116 páginas que la revista ha lanzado para celebrar su medio siglo de existencia. En él, se repasa la trayectoria histórica de El Ciervo y se recoge una antología de artículos publicados, firmados, entre otros autores, por José María Valverde, José Luis Aranguren, Álvaro Pombo, José Ángel Valente, Pere Gimferrer y Pedro Laín Entralgo.

Los tres oficiantes dieron su particular receta para explicar la larga vida de El Ciervo. En opinión de Gomis, el secreto está en que la revista se ha mantenido todos estos años independiente de los poderes públicos y nunca ha recibido ninguna subvención. Giner dio una doble justificación. En primer lugar, dijo el sociológo, El Ciervo responde a 'una corriente cultural importante' que él denominó 'cristianismo de izquierdas', y en segundo, la capacidad que ha demostrado 'de interesarse por lo que pasa en el mundo, y ser relevante'. Por su parte, Antoni Comín, que simboliza la joven generación que asegura la continuidad de la revista, destacó de ella su voluntad de diálogo -'de puente' fue el término que usó- en diferentes terrenos: cultura, religión, política, sociedad...

Giner defendió que El Ciervo se siga editando en castellano, porque, afirmó, 'es importante que un grupo de intelectuales haga una revista desde Barcelona con vocación internacional'.