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Reportaje:

La diva sigue eclipsando

Sara Montiel rememora 'El último cuplé' en la reapertura del cine de Frailes, recuperado por un escritor inglés

Ginés Donaire

Con gritos de guapa, guapa y vítores, como si de una escena de la película Bienvenido Mr. Marshall se tratara, fue recibida ayer en Frailes (Jaén) Sara Montiel, la diva invitada para rescatar de la memoria colectiva el viejo y añejo cine España, testigo del acontecer en la España rural de mediados de siglo pasado. Sara es también la estrella central del documental producido por Omnibus Pictures y Maestranza Films y ambientado en la recuperación del entrañable cine. Como no podía ser de otra manera, la sala abrió sus puertas con la proyección de El último cuplé, la película que catapultara al estrellato a Sara Montiel.

Sara Montiel llegó hasta esta pequeña localidad de la Sierra Sur de Jaén, de apenas 2.000 habitantes, aclamada por unos vecinos que no daban crédito al verla descender del vehículo con el glamour que arrastra a sus 73 años. Ataviada con un vestido azul fusia de seda y sin soltar en un solo momento un puro habano -'por desgracia, fumar es un placer', dijo- se dirigió a la Casa de la Cultura para ofrecer una rueda de prensa convertida finalmente en un acto público abierto a todos los vecinos. 'No sé lo que tengo', respondía en tono vanidoso cuando se le preguntó por la clave del éxito en su larga trayectoria artística. 'Marqué una época y un estilo de cantar', aseveró después. Tampoco tuvo rubor en hablar de los hombres -ensalzó su estabilidad emocional en los últimos 40 años- y de sexo, que será el tema central de su próximo libro. 'El sexo ha sido un tabú en España', afirmó.

Además, reconoció el salto de madurez de la sociedad española, y lo hizo al recordar que cuando ella rodó El último cuplé, cuando sólo tenía 28 años, le tiraban piedras y la llamaban puta sólo por llevar pantalones. Sara dijo sentirse emocionada por volver a abrir las puertas de un cine donde ella fue la gran musa y se mostró encantada de que el documental que se está rodando traspase las fronteras nacionales y se proyecto incluso en Estados Unidos. Todo ello va a ser posible gracias al escritor inglés afincado en Frailes, Michael Jacobs, que logró convencer al director norteamericano Johny Shahnazarian -protagonista en su etapa de actor de películas como Salvar al soldado Ryan o Lost in Space- para que convirtiera a este pequeño pueblo en un auténtico plató abierto. 'No fue difícil, sólo tuve que invitarle un día a conocer el pueblo y se enamoró de él', decía ayer un emocionado Jacobs, triste por otra parte porque el reestreno de El último cuplé en el cine España tuviera que hacerse en formato de vídeo y no en el viejo proyector de carbón. Un pleito con la Sociedad General de Autores fue la causa.

Tampoco los productores del documental, Agustín Almodóvar y Antonio Pérez, ocultaron su satisfacción por la presencia de Sara en la cinta, rodada en blanco y negro para no desvirtuar ninguna seña de identidad de la España de hace medio siglo.

El que tampoco ocultaba su euforia era el alcalde de Frailes, Antonio Caro, esperanzado en que su pueblo alcance a través del mundo del cine la proyección que no ha logrado con las políticas locales. En un segundo plano permanecía el propietario del cine, Fermín Murcia, que ha venido insistiendo en que la reapertura de la sala no será posible si no hay ayuda de las instituciones. Ayer, tan sólo se le remozó ligeramente la cara para hacer posible el reencuentro de la musa Sara Montiel con una de sus grandes películas. Al acto sólo fueron invitados, por razones de seguridad, algo más de un centenar de personas.

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