Gobierno y Junta vuelven a enzarzarse por el plan de saneamiento malagueño
La segunda visita a Málaga del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, ha dejado, como la primera, un reguero de polémica, y de nuevo a cuenta del plan de saneamiento de la Costa del Sol, justo en vísperas de una nueva temporada alta turística que no ofrecerá mejoras respecto al año anterior. El delegado del Gobierno de la Junta en Málaga, Luciano Alonso, recordó ayer que el Gobierno central 'aún no ha sido capaz de terminar una sóla depuradora en la provincia'.
Alonso mostró su enojo porque el ministro 'oculte sus incumplimientos y se permitaa decir que los andaluces hemos preferido hacer pisicinas y polideportivos que depuradoras'. Matas dijo el lunes que las depuradoras en otras comunidades autónomas las hacen los gobiernos regionales, pero Alonso le recordó ayer que cuando se declaró el plan de saneamiento de la Costa del Sol obra de interés general del Estado, igual que la de Mallorca, donde Matas fuer presidente autonómico, las administraciones central y autonómica se repartieron las actuaciones a realizar. La Junta ha cumplido 'con creces' sus compromisos para dar saneamiento a las ciudades de más de 15.000 habitantes en los plazos marcados por la Unión Europea, según Alonso, y tiene en funcionamiento las depuradores de Málaga, Axarquía y Antequera. El delegado de Obras Públicas, Enrique Salvo, dijo que estos proyectos han costado 14.600 millones de pesetas y que la Junta ya tiene en marcha depuradoras en municipios de entre 2.000 y 15.000 habitantes.
Alonso volvió a pedir la transferencia de la Confederación Hidrográfica del Sur y argumentó que, además de ser la única comunidad que no tiene las competencias sobre sus cuencas, 'sólo cuando se produzca el traspaso se solucionará el saneamiento'.
El delegado de Agricultura, José María Rodríguez, elevó el tono de las críticas al asegurar que el Gobierno 'se ha convertido en un lastre y un obstáculo para el desarrollo del sector en la provincia'. Explicó que no ha legalizado ni una sóla comunidad de regantes en Málaga, pese a que algunas lo esperan desde hace cinco años, y que no se ha ejecutado ninguna de las actuaciones del Plan Guaro, que regulará los regadíos en la comarca agraria de La Axarquía, que se adjudicaron en 1996.
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