El Gobierno destina 590 millones al Plan Guadalmedina, que necesita 82.000

Prácticamente 14 meses después de su anuncio, el Plan Guadalmedina es algo más que un ambicioso proyecto que la que fuera alcaldesa de Málaga, Celia Villalobos, publicitó durante su campaña electoral para conseguir un acta de diputada en el Congreso. El proyecto para urbanizar el cauce de este río, que parte en dos la capital malagueña, dispone de un compromiso político del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, refrendado en el Plan Hidrológico Nacional que el Gobierno confía en aprobar en los próximos meses.

De momento, apenas se trata de 590 millones de pesetas para una actuación que precisará de 82.000. El compromiso es acometer los estudios técnicos de dos túneles que desviarán el cauce. Esto se complementa con un acuerdo para reforestar las márgenes del río, que en una primera fase afectará a 300 hectáreas con una inversión de 1.333 millones de pesetas. Ambos proyectos pretenden alejar el riesgo de inundaciones en el tramo bajo del Guadalmedina.

Matas aprovechó su estancia en Málaga para inaugurar oficialmente el colector de Torremuelle (Benalmádena), una de las escasas actuaciones en materia de saneamiento integral que ha finalizado este departamento en la provincia. El ministro volvió a restar importancia a los retrasos y se felicitó que actualmente están en marcha obras de depuración por valor de más de 18.000 millones de pesetas en el litoral malagueño. Colocó la primera piedra del colector de Manilva y anunció que antes de que finalice el año se licitarán las depuradoras de Estepona y Nerja.

De otro lado, Matas anunció la adjudicación a la UTE integrada por Abensur y Degremont las obras de la desalobradora de Málaga por un montante total de 7.630 millones de pesetas. Esta actuación debe estar terminada en un plazo de 18 meses.