Libertad
Era un nombre sagrado. A veces pienso que las personas normales debían dejar de utilizarlo: por respeto. Éluard lo escribía en su cuaderno de colegial cuando Francia estaba ocupada por los nazis ('Sur mes cahiers d' écolier / Sur mon pupitre et les arbres / Sur le sable sur la neige / J' écris ton nom'). Tenía un sentido. Ahora veo cómo se escribe y se pronuncia 'su santo nombre en vano', podrían decir los santones laicos. En pactos y en consensos, en juicios y en periódicos, por políticos, por disfrazados; en fin, por enemigos de la libertad. Se trata de adscribir a proyectos, planes o sentencias a los que encuentran en la palabra una llamada, una resonancia. La derecha se come las palabras, las digiere y las defeca. Decía que el divorcio iba contra la libertad del matrimonio. Llamaron 'escuela libre' a la católica; y el pensamiento libre, ya se ve: el pensamiento único. He leído el nombre de un delito: 'contra la libertad sexual'. Algo mucho más duro y real: la violación. Agresión, ataque a la persona, asalto, no sé. La libertad sexual es otra cosa.
El Príncipe heredero parece estar envuelto en un problema de libertad sexual convertida en matrimonial. Hay una reacción popular a su favor. Emma Penella y Lina Morgan le han dicho que se casase con quien quiera. Dos cómicas: el teatro ha sido un mundo de libertad sexual, y tengo idea de que Lope entró en él para conseguirla. Y algunos más que no cito por su contemporaneidad. Y las gentes del pueblo. Yo le recomendaría, si pudiera, que no se casara, y aprovechara las libertades sexuales del tiempo: y su posición económica, tan importante en cuestiones sexuales, amorosas, matrimoniales. No estaría bien que siguiese el horrible ejemplo de su compañero de profesión el heredero del Nepal. La cuestión del heredero la podría resolver con una adopción, ya que el hijo adoptado es tan valioso como el de sangre. Y si tiene alguna inclinación por la bella modelo Eva, que no sé si será un chisme, puede formar una pareja de hecho: su ejemplo sería útil para mucha gente rechazada por el PP, y más en Madrid. '¡Joven, no se case!'.
Supongo, y no tengo más datos que los publicados, que se casará, que dispondrá de una libertad que apenas se niega a nadie. Entre otras cosas, porque las negativas suelen ser inútiles, afortunadamente. Algo se ha ganado en los últimos años. Alguna utopía roja se cumple.
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