Shírov vence a Topálov con una jugada genial

Acababa de comenzar la segunda partida, y ambos jugadores hicieron muy rápido los primeros movimientos de la aguda variante Pelikán de la defensa siciliana. En el 15º, Topálov sacrificó su dama para lograr tres piezas a cambio. Era una novedad, pero encajaba bien con el espíritu de esa posición. Hasta ahí, todo era más o menos normal.

Entonces llegó la bomba: Shírov no capturó la dama, sino que avanzó un peón, que amenazaba a una de las torres de Topálov. Muchos periodistas creyeron que se trataba de un error técnico del programa que rige los tableros electrónicos. Pero no: era una jugada asombrosa y profunda, que Shírov tenía guardada en su arsenal desde el año pasado. La lucha se volvió vibrante y Topálov se defendió de manera incisiva, pero no pudo evitar la derrota ante el juego preciso de su rival.

Varias horas más tarde, durante la cena, Shírov relató el hallazgo: “Un día, mientras comía con mi entrenador [el estonio Mijaíl Rytshágov], estaba pensando sobre esa variante de la siciliana, sin tablero. Me di cuenta de que estuvo de moda antes de la irrupción de los ordenadores. Por tanto, ofrecía mucho margen para encontrar ideas nuevas. Y entonces, de pronto, me llegó la inspiración. He tardado mucho en poder aplicarla, pero ha merecido la pena. Estoy muy orgulloso. Es una de las ideas más brillantes de mi carrera”.

Sólo una preocupación empañaba la alegría del español, nacido en Letonia de padres rusos: “He visto que el ordenador proponía esa jugada como la segunda mejor en esa posición. Es realmente frustrante y me incita a pensar que quizá el final del ajedrez profesional esté más cerca de lo que pensamos. Pero confío en que se trate de una casualidad”. Shírov ganó esa partida tras perder la primera por una brillante novedad de Topálov. Luego se impuso en la cuarta, tras un fallido sacrificio de pieza del búlgaro. Éste, obligado a ganar la cuarta con las piezas negras, no pudo pasar del empate.

LA PARTIDA DEL DÍA

COMENTARIOS TÉCNICOS: LEONTXO GARCÍA.

1 e4 c5 2 Cf3 Cc6 3 d4 cxd4 4 Cxd4 Cf6 5 Cc3 e5 6 Cdb5 d6 7 Ag5 a6 8 Ca3 b5 9 Axf6 gxf6 10 Cd5 f5 11 Axb5 (Todo esto, y lo que sigue, es conocido desde hace muchos años, aunque se utiliza poco) 11 ..axb5 12 Cxb5 Ta4 13 b4 Txb4 14 Cbc7+ Rd7 15 0-0 Dxc7 (La partida Shírov-Lautier, Montecarlo 2000, continuó así: 15 ..Tb7 16 Dh5 Ce7 17 Dxf7 Rc6 18 Tab1 fxe4 19 Txb7 Rxb7 20 Tb1+ Rc6 21 Tb6+ Rc5 22 Tb3 Rc6 23 Tc3+ Rb7 24 Cxe7 Axe7 25 Dd5+ Ra7 26 Da8+, y las negras abandonaron) 16 c3 (Esta majestuosa continuación rompe todos los esquemas. ¡Las blancas rechazan la captura de la dama para mover un péon!) 16 ..Txe4 (La alternativa era 16 ..Db7 17 cxb4 fxe4 18 Db3) 17 Dh5 Rd8 18 Cxc7 Rxc7 19 Dxf7+ Ae7 20 Tab1 (En condiciones normales, tres piezas activas valen más que una dama. Pero este caso resulta especial por la debilidad del rey negro) 20 ..Aa6 21 Tfd1 Tf8 22 Db3 Tb8 23 De6 Txb1 24 Txb1 Ad3 25 Td1 f4 26 Dd5 Ac2 27 Tc1 Te2 28 a4 e4 (Si 28 ..Axa4 29 Dc4 Tc2 30 Ta1 ganando) 29 a5 Ad3 30 Ta1 Tb2 31 c4 (Otro buen plan es 31 a6 Axa6 32 Dxe4, y las blancas potenciarán el peón de h2 tras capturar en h7) 31 ..Tb7 32 a6 Ta7 33 f3 Ce5 34 fxe4 Axc4 35 Tc1 Txa6 36 Txc4+ Cxc4 37 Dxc4+ Tc6 38 Df7 Rd8 39 Dg8+ Rd7 40 Dxh7 Tc5 41 Df7 Tc1+ 42 Rf2 Tc8 43 Df5+ Rc7 44 De6, y Topálov abandonó.