El fiscal pide multar con 90.000 pesetas a un padre acusado de raptar a sus hijas
La Audiencia de Madrid inició ayer el juicio contra Walid Chikhani, el oftalmólogo libanés nacionalizado español acusado de detener ilegalmente a sus dos hijas, de 13 y 6 años, en 1997. La vista, que hoy proseguirá, se celebró a puerta cerrada para no perjudicar a las menores. El fiscal pidió al tribunal que imponga a Walid, de 44 años, una multa de 90.000 pesetas. Para el fiscal, el único delito cometido por Walid fue llevarse las niñas a Beirut (Líbano) y 'desobedecer' el contenido de la sentencia de separación matrimonial dictada en 1997 en España, que otorga la custodia de las niñas a la madre y establece un régimen de visitas para el padre.
La madre de las niñas, la madrileña María Jesús Esteban, declaró ayer que, en 1997, durante unas vacaciones estivales, dejó a sus hijas viajar a Líbano con el padre en cumplimiento de la sentencia de separación. Y que, una vez en Beirut las niñas, Walid le dijo por teléfono que, mientras no se fuese con él a Líbano, no volvería a verlas.
El acusado, según explicó ayer su abogado, Agustín Tornos, negó haber raptado a sus hijas. Y esgrimió que si Esteban tenía una sentencia de un juzgado español que le daba a ella la custodia, casi simultáneamente él obtuvo otra de un juez de su país que se la otorgaba a él. Durante el juicio, que previsiblemente terminará hoy, salieron a relucir conversaciones entre Esteban y Walid, grabadas en una cinta, en las que, supuestamente, el acusado amenazó a su ex esposa.
Una 'disputa familiar'
Esteban pide para Walid 15 años de cárcel por el delito de detención ilegal y otros cinco años por los de amenazas, coacciones y desobediencia. El abogado de Walid, reclama su absolución. Entiende 'que todo se reduce a una disputa familiar'.
El caso de Walid trascendió después de que la juez de Madrid Raimunda de Peñafort lograse que la justicia de EE UU lo encarcelase en Florida aprovechando que el oftalmólogo se había desplazado de Líbano a ese estado norteamericano para dar una conferencia. La juez, contra el criterio de la fiscalía de Madrid, imputó a Walid varios delitos; entre ellos, el de detención ilegal (secuestro) de las niñas. La fiscalía no suscribió tal imputación porque opinó que no existe ningún tipo penal que permita atribuir a un cónyuge el secuestro de sus hijos.
En noviembre de 1999, el juez de EE UU que encarceló a Walid accedió a que éste viajase a España, esposado y escoltado por la policía, para ponerse a disposición de la juez Peñafort. Una semana antes de ser excarcelado, Walid telefoneó a sus familiares en Líbano y les dijo que dejasen a las niñas volver a Madrid.
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