El recuerdo del Tour 98

Aunque la imagen de un policía registrando la habitación de un ciclista despierta inmediatamente el recuerdo del Tour de 1998, la amplitud de la demostración policial de anoche en San Remo no tienen precedentes en el mundo del deporte.

En el Tour, la investigación seguía el rastro de dos hallazgos, el del Festina y el del TVM. No eran palos de ciego, aunque se extendieron los registros a algunos otros equipos, como el ONCE o La Française des Jeux. La acción en el Giro responde a varias de las investigaciones sobre el dopaje que están en marcha en diversos juzgados italianos desde hace años. Lo de anoche es, concretamente, la segunda parte de un registro frustrado, el efectuado el pasado 27 de mayo en Montecatini, poco antes de la etapa Montecatini-Reggio Emilia. Auqel día, cuando acudieron a las habitaciones, los equipos ya las habían abandonado, y la policía encontró muchas jeringas y ampollas vacías, pero ningún frasco con medicinas. Esta ausencia hizo sospechar a los investigadores, que ordenaron, así, el registro nocturno de San Remo.

El Giro, de todas formas, no es ajeno a las redadas policiales. Histórica es la que no pudo llevarse a cabo en 1996. La caravana, que llegaba al puerto de Bari procedente de Grecia, recibió desde la federación italiana el chivatazo de un registro inminente y se desembarazó en el mar de los productos peligrosos. En 1997, al alba, fueron las habitaciones del MG las registradas en medio del Giro. Los productos hallados dieron lugar a un sumario que aún no se ha cerrado. Una veintena de corredores, por otra parte, ha sufrido registros en sus domicilios o en sus vehículos en los últimos años, y otros tantos son testigos de cargo en los procesos que se han abierto a Francesco Conconi y Michele Ferrari, los dos gurús de la preparación científico-médica que, coincidente con los años en que se extendió el uso de la EPO, puso al ciclismo italiano por delante de todos los países europeos. De momento, en dos meses de controles de EPO, ha habido ya seis positivos, dos de ellos en el propio Giro.