Melón Diesel llega con su segundo disco al corazón de la música pop
El grupo gibraltareño mezcla en 'Hombre en el espejo' su personalidad anglo-andaluza
A veces suena la flauta, y sin que nadie sepa muy bien por qué hay bandas que dan en la diana. Esto le ocurrió a Melón Diesel con su disco de debú, La cuesta de Mr. Bond, álbum que alcanzó la cifra de 200.000 copias vendidas. Ahora ha llegado Hombre en el espejo, su segunda entrega, un disco que esperan 'nos permita seguir viviendo de la música y no tener que volver a nuestros antiguos trabajos'.
Sin planteamientos estéticos o ideológicos que los aparten de la normalidad, el quinteto ha entregado un disco 'en el que queríamos ofrecer buenas melodías, aspecto que para nosotros representa el corazón de las canciones. De hecho las buenas canciones, sean de quienes sean, lo son porque la gente es capaz de recordarlas gracias a su línea melódica'. Por eso Melón Diesel, un grupo que no huye de las guitarras rockeras, acepta ser considerado como una banda de pop, 'siempre que pop se entienda como música popular y apego a la melodía', puntualizan.
De todos modos que nadie espere canciones carentes de energía en su segundo disco, 'para el que hemos querido conseguir un sonido de banda, un sonido de directo que en buena medida debemos al trabajo de Nigel Walker, un productor que antes de trabajar con nosotros quiso conocernos sobre un escenario'. Dicho lo cual sólo cabe añadir que Melón Diesel cabría en ese amplio espectro que une pop y rock bajo el poco ocurrente epígrafe de pop-rock.
Unir mundos distintos
Y hablando de unir, los Melón Diesel unen en su banda dos mundos a priori bastante distantes como 'los del pata negra y las pintas de cerveza'. En su condición de gibraltareños, los miembros del grupo se sienten 'poseedores de lo mejor de ambos mundos, el andaluz y el inglés'. Todos ellos son capaces de hablar inglés 'con el acento que quieras: de Escocia, Gales, Londres...', y eso les permite 'tener una idiosincrasia que mezcla el sentido del humor irónico de los ingleses con el enfoque andaluz de la vida'. Lo dicho: jamón serrano y cerveza.Pero no todo son ventajas, o al menos no siempre. Preguntados por el tono ecologista de uno de sus temas, el famoso submarino amarillo emerge en la conversación: 'Tú no sabes lo que es tener un año al Tireless delante de tus narices', comentan para definir unas inquietudes que en esta canción exponen 'sin intención de convencer a nadie sino con el deseo de manifestar un punto de vista sobre la degradación ambiental de nuestro mundo'.
Televisión basura
Quizás con una intención más beligerante otra canción del disco censura a la televisión basura. Considerando que la noche anterior han actuado en Crónicas marcianas, la pregunta sobre la aparente contradicción es obligada. La respuesta se sale por la tangente, 'cuando hablamos de televisión basura nos referimos a lo que nos vende: que si compresas, que si productos para adelgazar, que si cursos para aprender alemán en una semana... La publicidad es un poco la basura de la tele y nos referimos a ella más que a programas concretos que, por otra parte, consumimos', concluyen.En fin, que Melón Diesel puede ser todo menos un grupo con intención. De hecho, el tan socorrido amor es un tema recurrente en su temario, aspecto que justifican apelando 'a que se trata de un sentimiento común a todas las personas, algo que en algún momento de la vida nos toca a todos'.
Con la intención de ser exportados al extranjero, recuérdese su mentalidad anglo-andaluza, los Melón Diesel están dispuestos a casi todo, incluso a definir su disco con un sorprendente 'más de lo mismo pero mejor'. Sinceridad no les falta. Conocedores de las entrañas de una industria 'llena de tiburones y de falsos abrazos', los cinco miembros del grupo, siempre presentes en todas las entrevistas, enfilan el año que les puede dejar instalados en la popularidad. Su arma se llama Hombre en el espejo.
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