Críquet e integración de las minorías
'La situación de España y el Reino Unido es incomparable, por ahora. La gente de Oldham no es inmigrante; en la mayoría de los casos se trata de británicos de origen asiático nacidos en este país', afirma Virinder Kalra. 'Hablar de conflicto racial es falsear la realidad; son muchos los factores que influyen en Oldham: pobreza, desempleo, pérdida de identidad al evaporarse la riqueza local, choque generacional. Este tipo de disturbios también se da entre blancos', dice Ducan Scott.
'La integración debe ser económica y social; a lo único que aspiro es a tener un trabajo, regresar a mi casa por la noche y tener seguridad. Cuando se habla de integración cultural, ¿a qué nos referimos: a su renuncia o a la nuestra?', pregunta Kalra. Scott apoya el argumento: 'El problema es económico. Aquí, en el Reino Unido, poca gente sabe que la primera minoría son los irlandeses, que representan un 5% de la población. Otro 5% procede de EE UU, Canadá, Australia y otros países de la Commonwealth. Los no blancos apenas llegan al 6%'.
Ambos expertos defienden la necesidad de trabajar desde la educación primaria y los medios de comunicación; explicar que los trabajadores extranjeros son necesarios por el descenso de natalidad y que la diferencia es enriquecedora. 'Hay zonas en el Reino Unido, como Leicester, donde la convivencia multiétnica funciona bastante bien', añade Scott. 'En Oldham aún no se ha producido esa evolución'.
Islam y cristianismo
El profesor Kalra afirma que los problemas de integración en Europa de los practicantes del islam, que algunos apuntan, se deben a que es una religión muy parecida al cristianismo, 'por lo que se ve como un competidor desleal en plena expansión'. Scott destaca que resulta una contradicción vender la Alhambra para fines turísticos y rechazar a los que practican el islam, que también proceden de Marruecos.
'Entre los varones bangladeshíes, el 6% opta por los matrimonios mixtos, el doble que hace una generación; en los negros caribeños, la cifra se eleva al 50%; eso quiere decir que con sus hijos habrá un mestizaje que se acerque a la sociedad multirracial y multicultural. Y eso es integración', dice Scott. El capitán del equipo nacional inglés de críquet, Nasser Hussein, de origen indio, se quejó hace unos días de que los jóvenes paquistaníes de tercera generación prefieren la victoria de Pakistán sobre Inglaterra. La frase generó un debate político sobre si era o no la prueba de integración. Blair medió en la querella: 'Cada uno apoya al equipo que desea'.
En el parque de Alexandria, en Oldham, un grupo de niños juega al críquet sobre un césped mimado. Idnan, de 13 años, arrastra el bate, y Farhan, de 10, acaricia la bola. Preguntados sobre su favorito en un choque que hoy concluye en Old Traford entre los equipos de Inglaterra y Pakistán, ellos y sus amigos responden sin dudar: '¡Pakistán, por supuesto!'.
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