Cogida grave y triunfo de Joselito Ortega

Las dos orejas, de la mano del peón de confianza de cara seria y gesto adusto, cogieron el camino de la enfermería donde les esperaba un torero con el muslo abierto. En la plaza, sensación de gravedad y, en muchos ojos de hombres, lágrimas de niño. Todo este ambiente, tenso y triste, sobrevino tras la cornada que se llevó Joselito Ortega al entrar a matar por derecho. Ni siquiera quedó claro el motivo, porque ya estaba enterrado el estoque en el morrillo cuando surgió la voltereta con certeza de cornada, que luego se reveló larga y limpia.

Sobre el ruedo, la evidencia de que Joselito Ortega quiere ser torero, lo que en estos tiempos casi es noticia; torero de verdad, quiero decir, no de vestir y presumir. Para acreditarlo así, toreó a la verónica ganando terreno en cada lance. El novillo tenía poca fuerza y, tras una vara rectificada, llegó a la muerte recordando su casta.

Hubo sabor en el cite al natural, que iba de arriba hacia abajo, hasta el remate final. Sin embargo,la objeción principal fue el exceso de paseos entre tandas, si bien tenían la disculpa de querer refrescar las fuerzas del animal. Todo, interpretado en novillero, imperfecto y con cierta solera. Luego, de pronto, cayó el telón, como si fuera de plomo.

Anteriormente, Santiago Manciño se había enfrentado a un sobrero cuajado y manso de salida, que echaba las manos por delante y hacía sonar los estribos antes de salir suelto de la segunda cita. Hubiera necesitado una muleta más veterana para bajarle los humos y la cabeza, que mantuvo arriba hasta el final. El novillero mezcló un cierto valor con un desconocimiento cierto. El quinto fue más propicio y Manciño dejó detalles sueltos de estética junto a defectos de colocación.

En César Girón todo son buenas maneras y serenidad, tal vez demasiadas. Pasó sin pena ni gloria por los dos de su lote, con suavidad, lentitud y frialdad. Se entonó más en el cuarto, cuya raza también le exigía más. En el sexto se superó con la capa y bajó la mano con la muleta, logrando buenas series por ambos lados. Correcto siempre, y hasta exquisito en algún momento, pero le faltó enfadarse.

Salidas a hombros

En los festejos celebrados ayer hubo numerosas salidas a hombros y cortes de orejas, informa Efe. Destacó el de Haro, en el que los tres espadas alcanzaron el triunfo.

Haro (La Rioja). Lleno. Toros de Victoriano del Río, de gran nobleza. Enrique Ponce, aviso y ovación; aviso y dos orejas. Jesulín de Ubrique, aviso y silencio; dos orejas. El Juli, dos orejas y oreja.

Palencia. Un cuarto de entrada. Toros de Sepúlveda, de desesperante blandura, nobles. David Luguillano, oreja en los dos. Manolo Sánchez, aviso y silencio en los dos. El Millonario, vuelta y ovación.

Antequera(Málaga). Menos de media entrada. Toros de Carmen y Araceli Pérez, chicos, sin fuerza, nobles. Juan Muriel, palmas en los dos. El Fandi, oreja y vuelta. Martín Antequera, oreja y dos orejas.

Santisteban del Puerto(Jaén). Más de media entrada. Toros de Luis Albarrán, bien presentados y de buen juego. El Cordobés, silencio y ovación. Dávila Miura, dos orejas y ovación. Francisco Barroso, vuelta y oreja.

Marugán (Segovia). Novillos de La Fresneda, de aceptable presentación y buen juego. Ricardo Adrián,de México, tres orejas. Sergio Martínez, silencio y dos orejas. Alberto Román, dos orejas y rabo y ovación.