El PP propone integrar la sanidad y el Imserso en la nueva financiación autonómica

La integración de la financiación sanitaria en el nuevo modelo de financiación autonómica supondrá la introducción de más de dos billones de pesetas. Con ello, el PP pretende aumentar más 'la capacidad fiscal y ofrecer mayor estabilidad al modelo de financiación'. Dicha integración se dará en dos fases: las cinco comunidades de vía rápida -Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucia, Canarias y Galicia- lo harán desde la entrada en vigor del nuevo modelo, el 1 de enero de 2002; y las diez de vía lenta, una vez que se les traspase la sanidad, a lo largo de los años 2002 y 2003.

La incorporación de la sanidad al nuevo modelo de financiación, junto con la cesión a las autonomías de una 'cesta de impuestos' -IVA e impuestos especiales- y el reconocimiento de la capacidad normativa para esos impuestos son las principales patas del nuevo modelo. La dirección del PP, arropada por sus presidentes autonómicos, escenificó ayer en Santiago de Compostela la presentación de esta propuesta. Los asistentes destacaron el 'avance en el autogobierno' en el terreno financiero que obtendrán las autonomías, de manera paralela a la enorme descentralización de las competencias del Estado. Un proceso que el PP cree próximo a su final.

Los populares no ponen cifras en su documento para 'dejar abierta la puerta a la negociación con los demás partidos'. Sobre estas líneas generales, el Gobierno ha hablado ya con los principales partidos y numerosas autonomías en los últimos meses. Mientras CiU ha expresado su conformidad con la oferta del PP, los socialistas están recelosos por la escenificación que los populares han hecho con la presentación de su modelo. Ven en ello un 'acto propagandístico' con la intención de atribuirse el nuevo modelo, cuando 'debe ser común, si quiere ser consensuado', señaló ayer Jordi Sevilla, responsable económico del PSOE. Este recelo puede suponer que el PSOE alargue la negociación hasta septiembre, pese a que el Gobierno querría cerrarla en julio.

De hecho, el modelo que ayer hizo público el PP recoge, en su parte sustancial, muchas de las iniciativas que el PSOE ya presentó en el debate anterior sobre financiación autonómica, en 1996. Así sucede con el aumento de la suficiencia financiera, la cesión a las comunidades autónomas de la llamada 'cesta de impuestos' -IVA e impuestos especiales-, reivindicada en 1996 por la Junta de Andalucía, y que marca de manera más clara el 'avance del autogobierno'. Los populares justifican su nueva conducta -aceptación de una 'cesta de impuestos' rechazada hace cinco años al PSOE- en que hoy el proceso de descentralización de competencias autonómicas está muy avanzado.

El nuevo modelo permitirá que las comunidades dispongan de capacidad normativa no sólo en los impuestos especiales, sino que aumentará sustancialmente dicha capacidad en los impuestos ya cedidos, como Patrimonio, Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados e IRPF.

El PP también propone la creación de un Fondo de Solidaridad que 'garantice recursos adicionales a las comunidades menos favorecidas'. Los criterios de distribución serán los de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) -población, extensión del territorio, dispersión e insularidad-, a los que se añadirán la población protegida y estructura de edad, debido a la incorporación de la financiación sanitaria y la del Inserso al nuevo sistema.

El documento también propone potenciar el Consejo de Política Fiscal y Financiera -órgano de encuentro entre el Gobierno y las comunidades- como consecuencia del mayor poder del que dispondrán ahora las autonomías.