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El 'asesino de la katana' pasará 6 años entre rejas y bajo tratamiento

El joven estará cuatro años en libertad vigilada al cumplir condena

La comparecencia del joven ante el Juzgado de Menores de Murcia fue brevísima, ya que previamente el fiscal y la defensa habían llegado a un acuerdo. El juicio de conformidad, que se desarrolló a puerta cerrada, se redujo a una admisión de los hechos por parte del José R. F. y a la aceptación de la pena. El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJ), Guillermo Sena, indicó ayer que el acuerdo alcanzado con la defensa es 'la solución jurídica más correcta', ya que, tras recibir los informes psiquiátricos, ha tenido que aplicar una eximente incompleta, 'por lo que la petición de pena ha tenido que ser reducida de manera considerable'.

El fiscal, que solicitaba inicialmente tres penas de ocho años de internamiento en un centro terapéutico por otros tantos delitos de asesinato, ha tomado en consideración cuatro informes neurológicos y psiquiátricos aportados por el abogado del joven, Pedro López Graña. 'El fiscal ha visto que realmente el menor tenía disminuida su imputabilidad', explicó el letrado.

Psicosis epiléptica

La defensa explicó que los informes periciales que ha aportado 'coinciden en que el menor padece una psicosis epiléptica, por lo que no puede ser declarado plenamente responsable de sus actos'. Tanto la pruebas periciales de la defensa como las realizadas por dos especialistas en psiquiatría del hospital Román Alberca de Murcia a propuesta de la fiscalía recomiendan que el menor sea tratado 'de inmediato'. De hecho, esta misma semana ha iniciado un tratamiento con pastillas 'pero, en cuanto sea posible, comenzará un tratamiento psicoterapéutico con psiquiatras y psicólogos', precisó el letrado.

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La medida de internamiento en régimen cerrado comenzará a cumplirla en el centro educativo La Zarza, ubicado en el municipio murciano de Abanilla, donde estaba ingresado desde que hace unos meses, aunque en el futuro podría ser trasladado a otro establecimiento terapéutico si las circunstancias así lo aconsejan.

José R. P. acabó con la vida de sus padres y hermana, que padecía síndrome de Down, en las primeras horas del 1 de abril de 2000, mientras dormían en su domicilio, ubicado en el barrio murciano de Santiago El Mayor. Las armas homicidas fueron una katana que el padre le había regalado poco antes y un puñal, con los que asestó numerosos golpes a sus tres familiares.

El menor fue detenido por la policía el 3 de abril en la estación de Renfe de Alicante, donde había comprado un billete para ir a Barcelona para reunirse con una amiga. Su familia fue enterrada al día siguiente en Murcia.

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