El pacto aumenta las exigencias para ser juez sin pasar las oposiciones
La derecha quería sólo pruebas memorísticas
La vieja controversia entre la derecha judicial y política, partidaria de reclutar jueces sólo mediante el sistema memorístico de la oposición, y la izquierda, favorable a incorporar juristas con experiencia y madurez, se avivó recientemente con la convocatoria de un concurso de méritos para cubrir 53 plazas de magistrados. El Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia, a diferencia del programa del PP, que proponía restringir el acceso a la judicatura sin oposición, mantiene los turnos de juristas expertos, pero eleva el listón de exigencias.
El documento suscrito por el Gobierno y el PSOE, además de introducir la novedad de que las pruebas de la oposición permitan 'valorar la cultura, madurez y capacidad argumental y de análisis del aspirante', establece que 'el acceso por el turno de juristas expertos requerirá acreditar unos méritos relevantes (capacidad y experiencia) y un procedimiento de comprobación objetivo, imparcial y riguroso de los mismos'.
La vigente Ley Orgánica del Poder Judicial establece el tercer turno (una de cada tres plazas de ingreso en la Escuela Judicial se reserva para licenciados en Derecho con seis años de ejercicio profesional) y el cuarto turno (una de cada cuatro vacantes para acceso directo a magistrado, sin pasar por la Escuela Judicial, entre juristas de reconocida competencia y con más de diez años de ejercicio profesional).
El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) del pasado 9 de mayo convocó 53 plazas de magistrados por el cuarto turno, aunque las que correspondían eran 73. Mientras que Ramón Sáez, vocal propuesto en su día por IU, asegura que 'el modelo constitucional de juez lo garantiza, más que el conocimiento de temas de memoria, la madurez y experiencia para juzgar', dos vocales propuestos por el PP -Enrique Arnaldo y Margarita Retuerto- votaron en contra de la convocatoria, en línea con la pretensión del PP de restringir este sistema de acceso a la judicatura.
Más lejos llega la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), mayoritaria y conservadora, que en palabras de su portavoz, José Luis Requero, recuerda: 'Desde siempre hemos pedido la supresión total de un sistema que ya fracasó en 1870 y 1905 y que se abandonó en 1915, hasta que el Gobierno socialista lo recuperó en 1985'.
Requero asegura que 'lo único que garantiza objetivamente el nivel de conocimientos necesarios de un juez es la oposición, que ha tenido un saldo positivo, aunque pueda perfeccionarse, mientras que el sistema de turnos no trae a la judicatura juristas de reconocido prestigio y sólo sirve para colocar otro tipo de jueces'. Preguntado sobre si aporta al menos 'aire fresco', Requero contestó, irónico: 'Sí, desde luego, frescura sí aporta'.
Montserrat Comas, portavoz de Jueces para la Democracia (JpD), minoritaria y progresista, criticó la voluntad del PP de restringir los turnos de juristas, 'que son expertos en la abogacía o la universidad y designados por el tribunal de oposiciones'.
Competencia y experiencia
Otro dirigente de JpD, Ricardo Bodas, recuerda que 'no suelen cubrirse todas las plazas convocadas', ya que 'los méritos hay que acreditarlos y contestar al tribunal de oposiciones'. Bodas cree que para ser juez, más conveniente que el conocimiento memorístico, es 'la competencia en una profesión jurídica y el haber vivido los conflictos como parte, con una visión del ciudadano, desde la calle'.
Ambos magistrados avalan que el pacto mantenga sin restringir los turnos de expertos -por los que se han incorporado 183 magistrados en los diez últimos años-, con los que, además, se evita la presencia de jueces sustitutos, licenciados en Derecho sin cualificación como jueces y sin la inamovilidad de éstos, por lo que pueden no actuar con la misma independencia. Actualmente hay una bolsa de 300 jueces sustitutos (un 10% del total).
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