La policía localiza en Marbella a la madre que huyó con su hija y deposita a la niña en un centro de menores
Araceli Tortosa, la malagueña que huyó con su hija de seis años para evitar la ejecución de una sentencia que le obligaba a entregar a la niña a su padre, residente en EE UU, fue localizada la tarde del pasado miércoles en Marbella. El Grupo de Menores del Cuerpo Nacional de Policía se llevó a la menor del colegio donde estaba escolarizada desde enero de este año.
Cuando la madre llegó a buscarla a la salida, los agentes le comunicaron que tenían órdenes de ingresar a la niña en un centro de menores. Unas horas más tarde, la policía se personó en casa de Tortosa para comunicarle su detención. Después de pasar la noche en los calabozos de la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Marbella, la madre fue conducida ayer ante el juez de instrucción para prestar declaración, algo que no pudo hacer debido a su estado de abatimiento.
El juez, tras ordenar su libertad, ha vuelto a citarla para hoy. También hoy deberá comparecer ante el Juzgado de Familia número 5 de Málaga para que se le comuniquen las medidas que se van a adoptar respecto a su hija. Tortosa explicó ayer sollozando que no planeó su huida. 'La noche antes de entregarla en el juzgado mi hija lloraba de tal manera que no supe qué hacer', dijo.
La odisea de esta mujer empezó hace un año. Tortosa se había separado de su marido, un ex marine estadounidense, a los pocos meses de nacer su hija, que ahora tiene siete años. El matrimonio residía entonces en Estados Unidos y los tribunales de ese país le dieron la custodia a la madre. En 1996, Tortosa decidió volver a España con su hija sin el consentimiento del padre, algo que la ley prohíbe.
Su ex marido, Jerry Kohler, reclamó entonces la custodia de la niña. El Juzgado de Familia número 5 de Málaga falló en 1997 a favor de la madre basándose en un informe de la psicóloga del juzgado que destacaba el daño que provocaría en la niña el desarraigo de su madre. Pero el abogado del Estado recurrió la sentencia apelando a la salida ilegal de Tortosa de EE UU y, casi tres años después, en junio de 2000, la Audiencia Provincial de Málaga determinó que la niña debía marcharse a vivir con su padre.
El titular del Juzgado de Familia, José Luis Utrera, el mismo juez que había fallado a favor de la madre, decidió finalmente ejecutar la sentencia de la instancia superior. El padre se desplazó a España para tener un contacto previo con la niña, pero el día de la entrega, madre e hija desaparecieron hasta que el pasado miércoles la policía las localizó.
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