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Aznar elogia a Canadá por saber compaginar unidad y pluralismo

El jefe del Gobierno, José María Aznar, pronunció ayer en Ottawa un claro elogio a la capacidad de Canadá "de trabajar conjuntamente con los demás, en respeto de su unidad, en respeto de su pluralidad, pero pensando siempre en el futuro común". Y a renglón seguido, tras agradecer a las autoridades canadienses su apoyo en la lucha antiterrorista española, reiteró que "con el terror no hay diálogo posible, no hay negociación posible, no hay transacción posible".

El presidente del Gobierno no aclaró hasta qué punto sus palabras pueden indicar también una admiración por los referendos de autodeterminación -celebrados en 1980 y 1995- que vertebran el modelo de convivencia de la provincia francófona de Quebec dentro del Estado federal, ni si quiso decir que ese método es en cualquier caso inaplicable al País Vasco debido al terrorismo de ETA.

Desde 1999, una llamada ley "de la claridad" dificulta ulteriores consultas al exigir una pregunta clara y una mayoría importante, dejando además al Parlamento federal el criterio último sobre si se cumplen esos requisitos y la última palabra sobre la eventual secesión en caso de victoria nacionalista.

La coincidencia de intereses en la esfera internacional, sobre todo en la OTAN y Latinoamérica, la buena marcha de las relaciones bilaterales pese a los problemas de la pesca, el deseo de reforzar las relaciones económicas y culturales sobre la base del auge del español han sido los temas recurrentes de esta breve visita, de apenas 24 horas, que concluyó la pasada madrugada sin la firma de acuerdos ni declaraciones de intenciones. Así, la falta de un mensaje más concreto permite dudar de la eficacia de un viaje transoceánico que sólo da pie para que los líderes de dos países conversen dos o tres horas sobre temas que no revisten especial urgencia. No parece mayor la atención que el aparato informativo del Gobierno español dedica a la prensa extranjera. Eso explicaría el hecho de que, con ocasión de los dos últimos viajes de José María Aznar fuera de España, ni los medios de comunicación rusos ni los canadienses se hayan hecho eco de la estancia de un político que se presenta como líder de "uno de los 10 países más ricos del planeta".

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