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GENÉTICA

El estudio de las cabras domésticas halla tres linajes

Una cabra parece haber sido el accesorio imprescindible para cualquier ganadero prehistórico con ansias de conocer mundo. Los patrones de variación genética de las cabras modernas revelan que, aunque fueron domesticadas en varios lugares, desde entonces los descendientes de estas pioneras se han entremezclado, cruzado y extendido en todas direcciones, en mucha mayor medida que otras especies de ganado.

Las cabras son compañeras de viaje ideales. Sin ellas, afirma Gordon Luikart, de la Universidad Joseph Fourier de Grenoble (Francia), la historia de la migración y el comercio humanos quizá hubiese sido bastante diferente. La llegada de los rebaños nómadas puede incluso haber favorecido que la gente domesticase otros animales. El equipo de Luikart recogió ADN de 88 razas de cabra en áreas tan diversas como los montes de Grecia, las llanuras de Mongolia, Islandia y la meseta surafricana, y secuenció un segmento de su ADN mitocondrial (Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU).

Las mitocondrias son estructuras productoras de energía de las células, y tienen su propio ADN, que se transmite independientemente del ADN de los cromosomas y no se mezcla. 'Todos los genotipos mitocondriales de las cabras domésticas tienen que haber salido de la domesticación de hembras silvestres', afirma David MacHugh, especialista en genética del Trinity College en Dublín, que ha estudiado los orígenes del ganado doméstico.

Antecesor silvestre

El ADN mitocondrial de una raza de cabras indica que su antecesor silvestre, el bezoar, fue domesticado en la zona de Oriente Próximo conocida como el Creciente Fértil, que cubre parte de Turquía e Irak. Este linaje, ahora el más extendido, domina en Europa y África.

Otra raza de cabras se encuentra en el subcontinente indio, Mongolia y el sureste de Asia. Luikart supone que esta raza es descendiente de una hembra domesticada hace unos 6.000 años en un área de Pakistán llamada Baluchistán, en el valle del Indo. Hay indicios arqueológicos que señalan que Baluchistán fue un gran centro de domesticación.

Esta hipótesis de los dos centros concuerda con estudios genéticos similares en vacas, ovejas y cerdos. Pero hay una misteriosa tercera rama en el cuadro histórico de la cabra, un linaje mitocondrial mucho menos común, que los investigadores han descubierto en una cuantas cabras de Mongolia, Suiza y Eslovenia.

El equipo se propone estudiar muestras antiguas de ADN de cabra para intentar descubrir esta críptica domesticación, y también cuándo fueron más móviles las cabras: en la prehistoria, durante el Imperio Romano, o durante el mongol, por ejemplo.

Nature News Service.

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