La Consejería de Salud denuncia el estado del centro de menores de Ceuta
Cerca de 90 niños ocupan un chalé preparado para alojar a sólo 30
Un informe de la Consejería de Salud Pública de Ceuta al que ha tenido acceso EL PAÍS destaca, entre otras deficiencias del centro de San Antonio, la insuficiente ventilación de los dormitorios, con colchones en el suelo y sin ropa de cama en algunos casos y en otros extremadamente sucia, la rotura sistemática de ventanas y cristales, la acumulación de orines en los baños, con desagües rotos que vierten el agua residual directamente al suelo, sanitarios rotos, residuos orgánicos e inorgánicos en los aljibes, etc.
Éste no es el primer informe que se emite sobre las deficientes condiciones sanitarias del centro, un chalé cedido temporalmente por la Comandancia General hace más de año y medio. La casa, que llevaba cerrada más de 15 años, estaba pensada para acoger a unas 30 personas, pero el elevado número de niños de la calle en Ceuta ha provocado un hacinamiento para el que las autoridades sanitarias exigen un remedio inmediato.
El centro, que depende de la Consejería de Bienestar Social de la ciudad autónoma, no reúne ya las condiciones mínimas para acoger a los chavales, procedentes en su mayoría del norte de Marruecos. Tiene varios dormitorios con literas triples en las que suelen dormir más de un chico por colchón. La última avalancha de menores ha provocado incluso la anulación del aula taller, que ha sido rehabilitada como nuevo dormitorio, también en pésimas condiciones.
En los últimos meses, la ocupación del centro ha aumentado un 25%, aunque suelen ser ingresos esporádicos, chavales que huyen una vez terminados los turnos de comida y se refugian en los zulos excavados en las inmediaciones, donde suelen pasar las noches. El aumento del número de chicos ha provocado un incremento de altercados entre ellos, estando implicados incluso los menores normalizados, a los que proporcionan drogas, pegamentos o disolventes, que son lanzadas desde el exterior al patio por los chavales no controlados.
Pero no sólo los informes de Sanidad hablan de falta de higiene. A finales de marzo, la asociación Pro Derechos de la Infancia remitió un escrito al fiscal general del Estado en el que denunciaba la falta de documentación de los menores o su escasa escolarización, así como 'la falta total de higiene, instalaciones y medios materiales del centro'.
Todas estas carencias se solventarán, según las autoridades, con la instalación de módulos prefabricados para acoger a los niños. Esta ampliación ha sido el detonante de las protestas de los vecinos del centro, que el pasado domingo se manifestaron para denunciar que la zona se ha convertido en la más insegura de la ciudad autónoma desde que se abrió el centro de acogida de menores.
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