15 muertos y 300 heridos al hundirse una discoteca en Jerusalén
Al menos 15 muertos y cerca de 300 heridos se produjeron ayer por la noche en Jerusalén al desplomarse los tres pisos de una discotecas-sala de fiestas, mientras en su interior se concentraban unas mil personas que estaban celebrando dos bodas y otras dos fiestas juveniles. El alcalde de la ciudad, Ehud Olmert, aseguró que se trataba de un accidente y no de un atentado como se temió al conocerse la noticia. "Es una de las peores catástrofes, que ha vivido la ciudad", declaró Olmert.
"Estaba sentado cerca de la pista de baile", cuando el suelo se vino abajo, aseguró uno de los invitados a la boda, mientras era rescatado por las fuerzas de seguridad y los bomberos, algunos venidos de ciudades cercanas de Jerusalén para participar en las tareas de rescate.
El accidente se produjo pasadas las diez de la noche, hora local, cuando el suelo del último piso de la discoteca, situada en el barrio industrial de Talpiot, a las afueras de Jerusalén, se vino abajo, provocando a continuación con su caída el hundimiento del resto del inmueble.
Los primeros estudios técnicos de los arquitectos aseguraban que el suelo falló justo en el lugar que ocupaba la pista de baile, al no poder soportar el gran numero de personas que se encontraban allí concentradas. Este factor unido a la antigüedad del edificio y a ciertos fallos estructurales, eran según los primeros pronósticos las causas principales del accidente.
Las fuerzas de seguridad, bomberos y proteccion civil trataban aún esta madrugada de rescatar a los numerosos heridos que permanecían bajo los escombros. Un servicio permanente y continuado de ambulancias se dedicaba a llevar a los lesionados a los hospitales de la ciudad, algunos de los cuales se colapsaron.
"Estamos ante uno de los mayores desastres de nuestra ciudad. Docenas de personas han quedado atrapadas bajo las ruinas. Al parecer ha habido un serio fallo en la estructura del edificio", explicaba el jefe de policía de la ciudad, Miki Levi, al pie del edifico desventrado. Las labores de rescate se efectuaban a mano para evitar nuevos derrumbes.
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