'El día que los demócratas consoliden un acuerdo, ETA tendrá menos esperanza'

El ex presidente del Gobierno Felipe González abogó ayer, en una entrevista que le hizo Iñaki Gabilondo en la Cadena SER, por enfocar la lucha contra el terrorismo como 'un desafío grande, que no puede ser contrarrestado con acuerdos pequeñitos y con desacuerdos miserables'. Éste es un resumen de sus declaraciones.

- La verdadera derrota. 'Creo que las fuerzas políticas democráticas tienen que estar de acuerdo frente a ETA, y el día que ese acuerdo se consolide, sobre la base del respeto a las reglas de juego y la decisión de combatirlo, ETA recibirá un terrible disgusto, porque tendrá mucha menos esperanza de sacar nada de esa violencia criminal y ciega. Y cuando pierda la esperanza ETA, nosotros recuperaremos la nuestra'.

'No hay política de Estado ni dentro ni fuera. Cada vez tenemos menos amigos en Europa'

- ETA considerará traidor al PNV. 'Ni siquiera merece la pena llamarles la atención [a los de ETA] por los resultados de las urnas, como no merece la pena que el PNV siga diciéndoles que no llegarán a ningún acuerdo si no atienden a las urnas. Les da igual, y van a agredir a los traidores, porque van a considerar a los del PNV traidores en cuanto hagan lo que tiene que hacer, que es luchar contra ellos y erradicarlos'.

- Combatir la violencia callejera. 'Las fuerzas de seguridad de un gobierno democrático tienen que garantizar la seguridad de los ciudadanos pacíficos. Los violentos no pueden ocupar la calle. La calle es de los ciudadanos pacíficos que ejercen su derecho. La obligación de garantizar eso la tiene, por el Estatuto y la Constitución, quien tiene competencias para ello, que es el Gobierno de Ibarretxe. (...) Tiene que coordinar los esfuerzos de la policía autónoma con los servicios de información de la Policía Nacional y con los de la Guardia Civil. Tenemos que cooperar entre nosotros porque no tiene sentido pedir colaboración internacional y fallar en nuestra propia cooperación'.

- Apuesta por Ibarretxe. 'Yo hago una apuesta por creer en la seriedad de Ibarretxe y en su compromiso, pero me gustaría que cambiara de estilo. A los violentos no se les puede tratar como muchachitos descarriados; son asesinos profesionales, y un gobernante tiene que saber enfrentarse a los asesinos profesionales'.

- Oposición seria. 'Yo no invitaría a mis compañeros a formar parte del Gobierno vasco. No tienen por qué. Ha habido un camino de ruptura [con el PNV], antes de que rompiera el PP, cuando supieron que había habido negociaciones con los violentos, y ahora no van a decir que están de acuerdo con el PNV, porque no sería creíble. Tienen que hacer una política autónoma y seria'.

- No satanizar al PNV. 'A pesar de que he criticado con dureza al PNV -lo voy a seguir haciendo siempre que lo crea oportuno- nunca he caído en la tentación de satanizarlo, y menos aún de criminalizarlo, porque sabía que no es gratuito crear la imagen de que la mitad de la sociedad está comprometida con la criminalidad organizada. Si se crea esa imagen, se paga en términos de ruptura del elemento más delicado de la convivencia democrática en España, que ha sido la convivencia entre territorios con identidades plurales y diversas. Creo que hacer una política dura contra el nacionalismo periférico, no sólo en el País Vasco, desde una posición que se parece mucho al nacionalismo centralista, tiene rentabilidad electoral. (...) Uno tiene que saber que la convivencia entre los ciudadanos de su país y la paz es más importante a medio y largo plazo que la inmediata rentabilidad electoral'.

- Ausencia de política de Estado. 'No hay política de Estado ni dentro ni fuera. Cada vez tenemos menos amigos en Europa. Ya ni los portugueses son nuestros amigos; ni los franceses, ni los alemanes. Tenemos la peor relación con Marruecos (...).'

- Apoyo a Zapatero. 'Rodríguez Zapatero sabe perfectamente que estoy a su disposición, que lo apoyo en todo lo que está haciendo y que si no coincidiera no lo pondría de manifiesto públicamente porque quiero que, por salud democrática, gane, y pronto. Creo que Rodríguez Zapatero lo está haciendo muy bien, muy bien, incluso cuando no tenemos la tenacidad de recordar las cosas. Hace cuatro meses, Zapatero propuso al Gobierno que en lugar de hacer un puente aéreo con Ecuador pasara por los consulados para que los inmigrasntes pudieran regularizar su situación, y le pusieron a caer de un burro. Ahora, Rajoy propone que pasen por los consulados, y parece que se le ha ocurrido a Rajoy. Por lo menos, que le den las gracias a Zapatero.