Peligro de autodestrucción

Lo primero que hizo Francisco Roig, ex presidente del Valencia, nada más ver a su equipo del alma tumbado en el césped de San Siro, destrozado por la decepción de la derrota, fue filtrarle a un periodista que Mendieta había sido esa misma mañana traspasado al Milan. Cierto o no, el ex dirigente no tardó ni un minuto en hacer sangre del dolor de su equipo, así como advertir de las consecuencias autodestructivas que puede tener en el club de Mestalla el fracaso de Milán. La primera es la de la inestabilidad social que tanto daño le hizo al club antes de que el actual presidente, Pedro Cortés, asumiera hace tres años la presidencia. Ante la frustración que ha generado en el valencianismo la segunda final perdida consecutivamente, Roig amenaza el cargo de Cortés, que apenas cuenta con respaldo accionarial. Entre medias se sitúa el consejero delegado del club, Manuel Llorente, un hombre de confianza del presidente del Villarreal, Fernando Roig, pero, curiosamente enemigo a su vez de Paco Roig. Fernando y Paco Roig son hermanos.

Cortés negó ayer vehementemente que hubiera traspasado a Mendieta. 'Ayer estuve comiendo con Galliani y en ningún momento hemos negociado el traspaso de Mendieta', afirmó Cortés, que acusó a Roig de desestabilizador. Mendieta tiene una claúsula de 10.000 millones de pesetas y el Milan está dispuesto a pagar 7.000 millones por él.

El equipo llegó ayer de Milán hundido, física y moralmente. En un estado muy precario como para afrontar con garantías los tres partidos decisivos de Liga que quedan. Empatado a puntos en la tercera posición con el Mallorca y con tres puntos de ventaja sobre el Barça, el equipo de Cúper deberá recobrarse anímicamente para clasificarse entre los cuatro primeros. Sus compromisos son complicados: el Racing en Santander, el Deportivo en Mestalla y el Barcelona en el Camp Nou. Su coeficiente de goles es favorable con el Mallorca, pero está en desventaja con el Barça, que ganó en Mestalla en la primera vuelta (0-1). Dos subcampeonatos consecutivos de la Liga de Campeones no le garantizan participar en el torneo para la campaña siguiente. Y no hacerlo sería un golpe de terribles consecuencias en la entidad valencianista.

Por ejemplo, con la fuga de estrellas a otros equipos. Tras la frustración de Milán, nadie parece ya intocable. Ni siquiera Mendieta. Algunos directivos estarían dispuestos a aceptar la cantidad que ofrece el club lombardo. Siempre que el jugador desee marcharse, claro, que es la condición indispensable. Muchos más números de dejar el club tiene el Kily González, que ha completado una mala temporada y por el que llegan grandes ofertas procedentes de Italia. El centrocampista argentino, que lleva meses jugando lesionado con fuertes dolores en el pubis, desearía continuar en el Valencia. El club, en cambio, entiende que su puesto está bien cubierto con el joven Vicente, de 19 años.

La lista de bajas se ampliará probablemente con Zahovic, un jugador que llegó el pasado verano del Olympiakos como el fichaje de más lustre y que ha dado un rendimiento muy pobre; coronado por una mala final en Milán. El problema será cómo recuperar el dinero que pagó por el traspaso: no parece fácil encontrar a alguien que pague 1.500 millones por un futbolista de 30 años que parece en pleno declive. En caso parecido se halla Deschamps, de 32 años, machacado por las lesiones y por la imposibilidad de coger la forma en toda la temporada. Y por último Diego Alonso, un delantero uruguayo recomendado por Cúper y por el que el Valencia pagó 1.500 millones de pesetas. Una desproporción vista su escasa aportación al equipo.

Accidente mortal

La vuelta de aficionados de Milán se vió empañada ayer con el fallecimiento en accidente de tráfico del periodista de la emisora autonómica Ràdio Nou, Ricard Martínez, de 29 años, al salirse por la derecha de la calzada el automóvil monovolúmen en el que volvía junto a otras siete personas cuando circulaban entre las localidades francesas de Narbona y Perpiñán, al sur de Francia. El también periodista de la misma emisora Álex Sanjaime y otro de los pasajeros del vehículo, Pablo Hernández, se encontraban ayer ingresados en el hospital de Narbona, aunque su estado no reviste gravedad. Fuentes de Ràdio Nou apuntaron que la repatriación del cadáver no se producirá antes de mañana ya que ayer fue día festivo en el departamento francés en el que sucedió el accidente.