Una entidad promotora del transporte público se opone al túnel de Horta

El modelo de ciudad mediterránea que defiende esta asociación, nacida hace ocho años, pasa por no construir ni una sola nueva vía de acceso a Barcelona para el vehículo particular si de lo que se trata es de reducir el volumen de tráfico que circula por la capital catalana.

La propuesta se sustenta en una amplia y variada batería de actuaciones que incluye: gestionar de forma más racional los peajes (Vallvidrera y La Llagosta) garantizando la gratuidad para el transporte público regular y discrecional de viajeros; incorporar un nuevo carril bus a la autopista A-18 y mejorar la oferta ferroviaria. La entidad ha remitido el estudio a todos los alcaldes de las localidades situadas en el área de influencia del túnel de Horta para que lo analicen con detenimiento.

Para que los desplazamientos entre Barcelona y el Vallès sean más fluidos, la PTP considera que no es preciso invertir 35.000 millones de pesetas en construir el túnel de Horta. Los autores se inclinan por su alternativa no sólo por cuestiones de ahorro presupuestario, sino para evitar nuevas agresiones a la sierra de Collserola, a la que quieren proteger a toda costa. De ahí que el enlace ferroviario que comunique Barcelona y el Vallès lo sitúen por el corredor ya existente de la autopista A-18, salvando el desfiladero del río Besòs, en lugar de atravesar Collserola.

La asociación que preside Pau Noy no descarta prolongar alguna de las líneas de metro actuales en dirección al Vallès, pero se inclina por una nueva línea ferroviaria con una capacidad muy superior de usuarios.

La propuesta se inclina claramente por potenciar la oferta del ferrocarril mediante la construcción de un nuevo metro regional que conecte Barcelona y el Vallès partiendo del corredor del Besòs, para adentrarse en el territorio a través de tres ramales que prestarían servicio hacia Caldes de Montbui, Castellar del Vallès (corredor del Ripoll) y Terrassa por el corredor de la Serra de Galliners y de la Via Verda.

También la llegada del tren de alta velocidad a Barcelona comportará la reestructuración del transporte ferroviario y dejará en desuso el viejo túnel de Meridiana (entre Montcada Bifurcación y la estación de Francia), el mismo que la PTP plantea recuperar para el futuro metro urbano que comunique las zonas barcelonesas que en los próximos años experimentarán un mayor auge económico y urbanístico: Poblenou, Glòries, Renfe-Meridiana y Sagrera. Para esta nueva línea ferroviaria se prevén estaciones en Torre Baró, Fabra i Puig, Sagrera-Meridiana, Clot, Glòries y la Barceloneta.