El futuro parque de nieve de Arroyomolinos halla nuevos inversores

El proyecto de fabricar enormes cantidades de nieve para esquiar bajo el sol de Arroyomolinos encuentra, por fin, inversores tras más de dos años de espera. El promotor de la idea, la empresa británica Xanadú, tuvo en los últimos años grandes problemas para hallar sociedades que estuviesen dispuestas a financiar esta inversión de más de 40.000 millones de pesetas y que daría trabajo a unas 2.000 personas. De hecho, la Comunidad de Madrid, propietaria de los terrenos, ha estado a punto de retirar varias veces su apoyo institucional al proyecto. Si los promotores no hubieran encontrado a los inversores necesarios antes de diciembre del presente año, la Consejería de Obras Públicas habría roto definitivamente el convenio que le une con Xanadú. La entidad británica, sin terrenos donde construir el parque invernal, habría tenido así que abandonar su idea.

Pero el consejero Cortés mostró ayer su satisfacción por la entrada de los nuevos inversores. 'Son empresas de la máxima solvencia y estoy convencido de que el proyecto será una realidad antes de que acabe la legislatura' [en 2003], indicó. Cortés explicó que el parque de ocio ya ha sido presentado por Mills en Las Vegas (Estado norteamericano de Nevada) y que lo mismo harán los nuevos accionistas en Madrid en los próximos días.

95 hectáreas

En enero de 1999, Cortés anunció que la Comunidad había comprado 95 hectáreas de suelo en Arroyomolinos. La idea era adquirir los terrenos y revendérselos a los promotores de la estación cuando comenzasen las obras. Si éstas no se iniciaban, el Gobierno regional se quedaba con el suelo, con lo que el Ejecutivo se aseguraba que el terreno ya recalificado no pudiese ser utilizado con fines especulativos. La Consejería de Obras Públicas puso como fecha tope para la operación diciembre de 1999. Pero pasó el plazo y las obras no comenzaban.

Se estableció entonces una nueva prórroga de un año, que tampoco se cumplió. Xanadú echó la culpa a que el Plan General de Urbanismo de Arroyomolinos no había sido aprobado a tiempo, lo que asustaba a los potenciales inversores. Sin plan general, el proyecto era irrealizable, puesto que se necesitaba levantar grandes infraestructuras (agua, luz, autovías...) para las que un municipio como Arroyomolinos -con poco más de 3.000 habi-tantes- no estaba preparado.

Cortés creyó las explicaciones de Xanadú y le dio un nuevo y último plazo: diciembre de 2001. Pero si en esa fecha seguía sin haber empresas que pusieran sobre la mesa los casi 40.000 millones de pesetas que se necesitaban, la Comunidad se quedaría definitivamente con el suelo. La oposición parlamentaria acusó entonces al Gobierno de haber sido víctima de una operación especulativa.

Ayer, el consejero de Obras Públicas anunció que la búsqueda de los inversores había terminado con éxito y que el Gobierno regional da por concluida su misión. Sin embargo, uno de los grandes retos que todavía tendrán que salvar los promotores es la fabricación de enormes cantidades de nieve para cubrir tres pistas de 200 metros de longitud. El proyecto, a grandes rasgos, consiste en levantar una gran cúpula bajo la que se instalarán las pistas y una zona para el snowboard (monopatín para la nieve).

La temperatura exterior del complejo en pleno verano puede superar los 40 grados. Por eso, las dificultades técnicas son enormes. Sin embargo, Xanadú se ufana de poseer la tecnología Acer Snowmake, que permite utilizar sólo 20 metros cúbicos de agua al día para mantener las instalaciones a pleno rendimiento. Esgrime como prueba que ya ha construido parques semejantes en Telford (Reino Unido), Batam (Singapur), Koaohsanung (Taiwan) y Penang (Malaisia).

Pero Ecologistas en Acción sigue dudando de la operación. '¿Cómo van a fabricar hielo para unas pistas de esquí con 40 grados en el exterior? Arroyomolinos no son los Alpes', dicen seguros.