'Desde luego, yo al pádel no juego'
Con 42 años y tres hijas, gallego militante en sus respuestas, no tiene carné del PP, aunque es difícil dudar de su adhesión a la causa. Le gusta el campo, juega al tenis y echa alguna vez 'un partidillo de fútbol'. Es aficionado a los libros, y ve tal amor completamente incompatible con Internet. Precisamente porque 'Internet no huele a libro'.
Pregunta. ¿Es usted feliz junto a Aznar?
Respuesta. [Ja, ja, ja.] Yo soy feliz con mi familia y trabajando en lo que me gusta.
P. Últimamente doma la cortinilla de su flequillo. ¿Laca o gomina?
R. No llevo nada. Toque, toque si quiere.
P. Me pregunto dónde le miraron en El Cairo para confundirle con Tom Cruise.
R. Estábamos en la embajada, era de espaldas y supongo que la señora tampoco tenía muy buena vista.
P. ¿Está crecido desde entonces?
R. Si me creciera por esas cosas, apañado iba [risas].
P. El Gobierno y el PP vuelven de Euskadi con el rabo entre las piernas.
R. No, todo lo contrario. Somos por primera vez una alternativa y, aunque las expectativas no se han cumplido, los resultados han sido mejores que nunca.
P. Iban a la guerra santa y la han perdido.
R. Defendiendo las libertades y los derechos de todos no se pierde nunca.
P. Si llega a seguir usted en RTVE, ¿otro gallo hubiera cantado en los resultados?
R. Hombre, mis precedentes no eran malos.P. ¿No le dio vergüenza torera o corte decir que no sacaron a tiempo la encuesta del CIS por razones técnicas?
R. No, no me dio ningún corte, porque fue así.
P. Dicen que Piqué mandaba más que usted como portavoz.
R. Es que era además ministro de Industria [risas].
P. Cuando era director de RTVE me dijo: 'Si algún día me ve en un partido político, deme un capón'.
R. Todavía no tiene por qué dármelo.
P. ¿Se le ha retorcido algo más el colmillo desde que está en el Gobierno?
R. Se cambia, inevitablemente. Las responsabilidades y las consecuencias de tus palabras son mucho más grandes.
P. ¿Sigue bordando las imitaciones de Fraga o de los debates presupuestarios Rato-Rubalcaba?
R. [Carcajada] Cada día se me dan mejor.
P. Tras el viaje a Oriente Próximo, ¿castigó a Aznar a escribir cien veces 'Chang-Kai-Shek no es una ciudad'?
R. Porque me ha puesto usted la cinta, porque yo, honestamente, no recordaba que él lo hubiera dicho.
P. ¿Cree que el presidente es una luminaria?
R. [Gran suspiro] ¿Qué quiere decir con luminaria? Es presidente del Gobierno. ¿Le parece poco?
P. ¿Qué es lo más glorioso que ha aprendido de él?
R. La tenacidad.
P. ¿Y qué pudo prendar a Aznar de su persona?
R. Mientras no se haya arrepentido...
P. ¿Usted por qué mira siempre hacia abajo? ¿Se cree más alto?
R. Porque soy miope.
P. Aseguran que no se fía ni de su sombra.
R. Uy, al revés. Algunas veces me he metido en líos por fiarme demasiado de las personas.
P. Se dice que es como el corcho: flota siempre.
R. Hombre, tiene ventajas [ríe].
P. No quería mojarse mucho, pero aquí en La Moncloa se está poniendo perdido.
R. Llueve más en Galicia.
P. Cuénteme lo más jacarandoso que le han dicho últimamente
R. ¡Pobre criatura!
P. ¿Le va a durar el cargo si sigue jactándose de no jugar al pádel?
R. [Risas] No sé lo que duraré, pero, desde luego, yo al pádel no juego.
P. Cuál es su ministro favorito, Cabanillas aparte?
R. Siempre he tenido una muy buena relación con Piqué.
P. ¿Le imita como portavoz?
R. Me he fijado y he visto cintas de todos los portavoces, pero acabo siendo yo.
P. No se habrá fijado en él para imitar nada de Ercros.
R. Ésa es una gran injusticia.
P. ¿Estar en el Gobierno es una alegría para el cuerpo?
R. Será para la mente, porque el cuerpo te lo deja hecho polvo.
P. ¿Qué va a ser de mayor?
R. Por ahora, no vamos mal.
P. ¿Y qué va a ser de Mayor?
R. Ya hay mucho que agradecerle. Y seguirá dando muchas razones para que se lo sigan agradeciendo los vascos.
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