¿La televisión pública debe pujar por el fútbol?

Los clubes españoles reciben unos 40.000 millones de pesetas anuales por el fútbol televisado por unos contratos que caducan en 2003. La batalla por el próximo contrato ya ha empezado y amenaza conflicto. El Barcelona y el Real Madrid han vendido sus derechos de manera individual. El equipo azulgrana, en una de las últimas gestiones de su anterior presidente, Josep Lluís Núñez, vendió sus derechos de televisión, publicidad estática e Internet desde 2003 hasta 2008 a Telefónica a cambio de unos 65.000 millones, una cantidad similar a la que ingresará el Real Madrid por el contrato con Sogecable. Teniendo en cuenta estas referencias, ¿pueden y deben las televisiones públicas pujar por los derechos televisivos de los clubes de fútbol?

Joan Rigol, presidente del Parlament, durante la IV Jornada Parlamentaria sobre Medios de Comunicación, celebrada en marzo, recordó que la aportación de la Generalitat a TV-3 a través del presupuesto de 2001 es de 6.212 millones de pesetas. 'El coste de las retransmisiones de partidos de fútbol es de 4.000 millones', informó, 'mientras que los ingresos que obtiene por este concepto son de la mitad de este importe. Por tanto, las pérdidas son de 2.000 millones'. La conclusión, añadió, es que 'los ciudadanos, a través de los impuestos, deben pagar los 2.000 millones de déficit que suponen las retransmisiones deportivas'. A ello hay que sumar el desequilibrio presupuestario que, en este apartado, se produce en TVE por este mismo concepto.

El director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) y director de TV-3, Miquel Puig, considera que el coste del fútbol de Primera División 'es exageradamente caro'. Por ello, no tiene nada claro que la cadena que dirige deba pujar por el próximo contrato. 'Si el precio del fútbol aumenta significativamente, no daremos fútbol porque no tiene ningún sentido', señala Puig, que recuerda que las televisiones autonómicas costean una tercera parte del contrato. 'El precio del fútbol debería bajar, pero, como todo parece indicar que subirá, nos retiraremos, y el dinero que nos ahorraremos nos permitirá dar una excelente ficción y películas, y, además, los cálculos nos saldrán mejor', concluye.

A pesar de ello, desde la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se tiene el convencimiento de que las cadenas de televisión públicas seguirán interesadas en pujar por las retransmisiones de los partidos. Desde el seno del FC Barcelona se desea que TV-3 puje de nuevo por los derechos del equipo azulgrana, y así lo ha manifestado públicamente su presidente, Joan Gaspart. Fuentes de la LFP estiman que el Barcelona y el Real Madrid pueden recomprar los derechos que han vendido y consideran que el escenario de futuro más probable es que sea una operadora la que se haga con la titularidad de los derechos de todos los clubes para después revenderlos, con la posibilidad de que pudieran explotarlos varias cadenas como sucede en estos momentos: Canal + y canales autonómicos, con una ventana en TVE, que emite los partidos a través de La 2 en los territorios sin televisión autonómica.

En el libro Un gol al futuro, editado por la LFP, se asegura que los programas deportivos se caracterizan por su regularidad y tienen un efecto de arrastre y de fidelidad: 'Para las entidades que insertan publicidad, los programas deportivos resultan de especial interés puesto que permiten alcanzar de modo regular un objetivo de público bien identificado garantizando así la recuperación de las inversiones realizadas'.