Jugar con una orquesta

Que los niños y los adolescentes puedan presenciar en vivo a una orquesta tocando música clásica es ya de por sí una buena iniciativa por parte de cualquier institución. Pero que los jóvenes puedan ser los protagonistas de una obra sinfónica, bien como cantantes, bien como bailarines, no es tan usual. Eso es, sin embargo, lo que ha hecho exactamente la Orquesta Ciudad de Granada (OCG): ha reunido a más de 500 niños granadinos para poner en escena el próximo domingo la obra El arca de Noé, de Benjamin Britten. Su principio: no hay nada mejor que jugar con una orquesta para aprender a conocerla.

Y no será sólo la OCG. También estarán la Joven Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Granada, y 22 coros infantiles de toda la provincia, y un grupo de flautistas y otro de percusionistas, y los alumnos y alumnas del Conservatorio de Danza. En total, medio millar de jóvenes que actuarán en el Palacio de los Deportes de Granada en uno de los conciertos familiares más sorprendentes y esperados de la temporada.

'Lo cierto es que es un trabajo muy complejo, por la cantidad de gente que hay que coordinar, pero es increíble el entusiasmo que han puesto todos los chavales', explica Víctor Neuman, responsable de las Actividades Pedagógicas de la OCG y presentador del espectáculo.

Durante estos días, en diversos pabellones granadinos, los diferentes grupos infantiles y juveniles (corales, bailarines, figurantes, portadores de decorados) ensayan intensamente para poner en escena una de las obras más atractivas de Benjamin Britten, todos bajo la dirección escénica de Miguel Ángel Butler.

'Nos hemos planteado un espectáculo no de grandes elementos o elementos muy pesados, sino de cosas que se puedan mover y resolver con mucha agilidad', explica Butler mientras coordina a una docena de adolescentes que deben moverse entre el público haciendo brillar sus estrellas. 'Se trata de algo muy complejo, pero que va a ser absolutamente fantástico'.

Aunque la iniciativa fue de la Orquesta Ciudad de Granada, muchas instituciones se sumaron inmediatamente al proyecto, como el Centro de Estudio de Artes Escénicas, cuyos alumnos se han encargado de diseñar y elaborar todo el atrezzo, el Coro de la Presentación, de Granada, o la Universidad, que ha cedido sus pabellones para los ensayos.

'Todo el mundo se siente muy implicado, especialmente los jóvenes', recuerda Víctor Neuman, 'que se lo han tomado muy en serio'. 'Cada coro, en cada pueblo, está ensayando a conciencia, como los jóvenes músicos del Conservatorio'.

En el Pabellón de Cartuja de la Universidad practican su coreografía los alumnos del Conservatorio de Danza, dirigidos por María Jesús Juan. Mientras unos bailarines portan el Arca de Noé, otros, con grandes cintas de colores, simulan las olas del mar. Una bailarina, entonces, danza llevando una paloma al tiempo que las gradas se pueblan de estrellas. Todo al compás de la música sonora y redonda de Britten.

'Será la primera vez que un espectáculo de estas características, con dos orquestas, una profesional y otra amateur, se pone en escena en el Palacio de los Deportes', señala Neuman. 'La verdad es que se les ve a todos disfrutar mucho'.

Los jóvenes participantes, de 6 a 18 años en su mayoría, se afanan con sus pasos de baile, con sus voces, con sus instrumentos, con sus decorados. Parecen chiquillos jugando... con una orquesta.