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Reportaje:

La cruzada de los hijos de Braveheart

Maeso de la Torre narra una epopeya de guerreros escoceses en la Andalucía medieval

RAÍCES

Los fieros escoceses, con los rostros pintados de azul que acaudillara Mel Gibson en la película Braveheart, combatieron también en Andalucía. Tras hacer morder el polvo a los ingleses en Bannockburn (1314) y forzarles a reconocer la independencia de Escocia en el tratado de York (1327), los aguerridos vástagos de Braveheart (Corazón Valiente) se fueron a España a combatir contra el Reino de Granada. Era su particular cruzada con la que pretendían redimir al rey Robert Bruce, que había muerto de lepra en 1329 tras derrotar a los ingleses. El escritor Jesús Maeso de la Torre (Úbeda, 1949) relata este episodio en su novela La piedra del destino (Edhasa).

Tras el éxito de la novela Al-Gazal, el viajero de los dos orientes, publicada en 2000 y con un escenario andalusí, Maeso de la Torre vuelve al sur de la Península. 'Ha sido algo casual. La famosa cruzada de Robert Bruce acabó en 1330 en la batalla de Teba, que pertenecía al Reino de Granada. El rey Robert Bruce murió de lepra en una sociedad imbuida por la religión que creía que esta enfermedad era una maldición diabólica. La novela es un canto a la generosidad del ser humano. Los escoceses creían que el corazón de su rey podía ser redimido si luchaban contra los musulmanes en Granada', relata. Los personajes pasan por Inglaterra, Holanda, Aviñón, Santiago de Compostela, Sevilla... 'Es una novela británica y andaluza. Además, la batalla de Teba ha sido un tema muy recurrente en la historiografía británica. También aparece mucho en la literatura romántica inglesa. Vinieron por ello muchos viajeros británicos a conocer Teba', agrega el escritor.

La piedra que da título a la novela ha tenido recientemente un gran protagonismo cuando la reina Isabel II la restituyó al pueblo escocés tras ser arrebatada en 1296 por Eduardo I. 'Esta piedra estaba debajo del trono de los reyes de Escocia. Eduardo I, el rey inglés que se portó de forma más cruel con los escoceses, la robó en un acto que era una forma de humillarlos. Los ingleses consideraban a los escoceses un pueblo bárbaro, atrasado...', dice el novelista. 'Esta piedra, que quizás era un meteorito, tenía un enorme valor simbólico. Incluso un arzobispo escocés le pidió a Robert Bruce que, por favor, recuperara la piedra del destino', explica Maeso de la Torre.

'El rey Robert Bruce aparece en Braveheart, pero confundido. El leproso en la vida real fue Robert Bruce, no su padre, como relata la película de Mel Gibson', puntualiza el escritor de Úbeda. 'Robert Bruce se dio cuenta de que se moría por una enfermedad maldita y de que se iba al infierno. Sus hombres hicieron por amistad el sacrificio más intenso', agrega Maeso de la Torre. Abandonaron Escocia para cumplir la promesa póstuma de su monarca: participar en una cruzada.

El autor de La piedra del destino reconoce que el hombre contemporáneo no puede comprender el espíritu religioso de aquellos escoceses medievales. 'Hoy en día no se entiende esa visión religiosa. Tampoco se entienden la generosidad y la amistad. Esa sociedad medieval estaba marcada por la idea de la lucha de Dios contra el diablo. Ellos eran los partidarios de Dios que querían sustraer a su rey del infierno. Y por eso dieron ese canto de amistad y generosidad', asevera el novelista.

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Los escoceses apostaron por la cruzada más cercana: la Reconquista en España. 'Se dicen 'para qué vamos a ir a Tierra Santa. Vamos a España'. Había una bula del Papa que les daba indulgencias si participaban en el combate', recuerda Maeso de la Torre. 'Al-Ándalus estaba de capa caída. Sólo quedaba el Reino de Granada. El imperio nazarí era ya un imperio residual', concluye.

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