La autovía del Txorierri cerrará en 2003 la gran variante de Bilbao
El presupuesto definitivo supone casi 18.000 millones de pesetas, dedicados a la obra en sí, a los que hay que añadir otros 1.750 millones invertidos en las expropiaciones y 600 más para la desafección de servicios. Estas cifras la convertirán en la carretera más cara para la Diputación: casi 1.900 millones por kilómetro. La financiación tiene un modelo específico: la mitad será pagado con recursos ordinarios de la Diputación (5.000 millones), ayudas de la UE (650) y el Gobierno vasco (4.500) y casi el 50% restante, que rondan los 9.000 millones, mediante un crédito con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), la BBK y el BBVA, aplicando el denominado modelo vizcaíno, que consiste en el pago a plazos durante 10 años a través de la sociedad foral Bideak. La participación del BEI abaratará el coste financiero de la operación al aplicarse un tipo de interés más bajo.
Los trabajos se desarrollarán de forma simultánea en los dos tramos en que ha divido la obra: Derio-Larrabetzu, con un plazo de 30 meses, y Larrabetzu-Erletxes, con 21 meses de duración. Los trámites para la construcción de este vial han sufrido varias demoras puesto que la intención inicial era empezar las obras a finales de 1999. El proyecto se tuvo que modificar por un fallo administrativo y para salvar dos puentes del siglo XVI y una calzada descubiertos en la línea del trazado, tras la presión ejercida por colectivos ecologistas.
La Diputación calcula que la autovía del Txorierri soportará el paso diario de 40.000 vehículos y será clave para desatascar la A-8 y facilitar los accesos a Bilbao, al crear un gran anillo de circunvalación para la capital vizcaína.
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