EL SENADOR Y LOS 'ORIXÁS'

Para un brasileño, ser católico es poco. Lo acaba de decir el genio de la música Milton Nascimento en este mismo diario. No quieren cerrar las puertas a nada que sea religioso y benéfico. Es lo que acaba de hacer el senador baiano Antonio Carlos Magalhães, que ha sido en los últimos años el político con mayor poder en este país. Ahora que ha caído en desgracia y que la Comisión de Ética del Senado se dispone a pedir para él -acusado de haber quebrado el secreto de los votos de los senadores- la expulsión de dicha institución, que él presidió durante años con mano de hierro, a pesar de ser un católico fervoroso, de misa y comunión, ha acudido, pidiendo su protección, a los orixás o divinidades africanas. Y así se presentó el domingo en la Federación Bahiana del Culto Afro, que reúne en El Salvador a 5.800 miembros del candomblé, para hacer un culto de limpieza y de cierre del cuerpo. Iba vestido de blanco, con un collar de conchas, y confió que su divinidad africana es Oxalá. A él le pidió la gracia de no ser expulsado del Senado, lo que supondría su muerte política. Magalhães quiso celebrar el rito afro el día 13 de mayo, que, además de ser la fiesta católica de la Virgen de Fátima, era el aniversario de la abolición de la esclavitud en Brasil, fecha apreciada por el candomblé.-