Arte taurino por los suelos
Una exposición rinde homenaje a la Feria de San Isidro en tres estaciones de metro
La primera reacción de los viajeros es siempre idéntica: caminan mirando al suelo. Su mirada se topa con una estampa cubierta de un plástico y entonces van más despacio para fijarse más. Otros se paran y comentan el contenido con sus acompañantes. Lo que ven es parte de la exposición El paseíllo, metro a metro, en la que 14 fotógrafos exhiben imágenes de gran formato del mundo del toro: desde los más pequeños detalles, como la punta de un estoque, hasta emocionantes pases de pecho de maestros como Antoñete.
Las fotografías están puestas en suerte en sólo tres estaciones hasta el 9 de junio. La parte central de la muestra hace el paseíllo en el vestíbulo de Ventas. De hecho, miles de aficionados pasan por estos pasillos para ir a la Feria de San Isidro. Los chiqueros de la exposición se encuentran en los andenes de la línea 2, en las estaciones de Manuel Becerra y Goya. En estos dos últimos casos, como en parte de la de Ventas, las estampas están pegadas al suelo y protegidas por una superficie plástica. Así se consigue que el usuario del metro pueda ver los trabajos sin tener que pararse.
Los diestros fotógrafos son, entre otros, Michael Crouser, Carlos Arévalo, Shin Yamazawa, Constante Rodríguez, Carlos Núñez y el Estudio Botán.
El paseíllo, metro a metro recoge los diferentes estilos de fotografía taurina. Así, se pueden ver la imagen de un pensativo Curro Romero vestido con un traje de luces verde de Constante Rodríguez o el detalle del gorro de un picador sujetado por unas manos venosas y muy morenas de Anye Bartels-Suermondt. Esta artista también ha logrado una estampa de cómo se viste un torero, en la que se ve al diestro entre dos puertas con los tirantes del pantalón del traje de luces.
La exposición también cuenta con imágenes impactantes, como la del Estudio Botán, en la que un toro salta por encima de un torero agazapado en el suelo. Se puede ver en Ventas. Más fuerte resulta aún la imagen de Juan Moreno que recoge un primer plano de un toro al que se le ha cambiado el hocico por una calavera. El fondo negro y el trozo de una muleta ayudan a resaltar aún más el significado de la obra, que se puede ver en Manuel Becerra.
La claridad y la nitidez de la imagen de Michael Crouses quedan patentes con la cogida a un torero. Se ve perfectamente un pantalón atravesado por el asta de una res y cómo el diestro se intenta guarecer con las piernas cruzadas de las posibles heridas del astado. La perfección de la imagen es tal que se pueden apreciar, a pesar del plástico que la protege, las rugosidades del asta.
La muestra se completa con un vídeo de una hora de duración que se exhibe en el vestíbulo de la estación de Ventas.
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