La fotocopiación

1. LA CAMPAÑA electoral vasca ha sido dura. Es muy dura la política. He decidido dar un giro completo a mi carrera: paso de chistes de política; de cabeza a la literatura, mi verdadera pasión. Me ronda en el cráneo la idea de publicar un libro bastante bueno que se llama El Quijote con el que inauguro un género literario que se llama fotocopiación. Es mucho mejor que la intertextualización, la verdad, eso de intertextualizar es un curro: tienes que leer por lo menos dos libros para mezclarlos. Ahora debo decidirme entre la fotocopiación genuina, en la que uno mismo le da al botón, o la fotocopiación con negro, en la que le das mil duros a un pringui y que se busque la vida en una fotocopiadora del metro. Seguro que cuando salga mi Quijote los cuatro paletos de siempre dirán que la fotocopiación es plagio, pero oídos sordos. A las malas me nombran algo en Cultura y vuelvo a la política.

2. Si yo fuera editor telefonearía a Mike Tyson y le propondría escribir un libro con sus ideas y planes para gobernar el mundo. El libro se llamaría En defensa de la política. Puede que Kofi Annan y la ONU no sean gran cosa, pero la política es el único invento para que no mande el más bestia.

3. Y ahora en serio, pero en serio serio, o sea, vamos, en serio: ¿cuándo se ha prohibido el catalán en España? No, lo pregunto en serio porque vamos, o sea, lo juro por el pin de mi móvil, ya está bien de victimismos, ¿no? A quién le interesa el catalán, hablemos claro, o sea, ya vale de cuentos chinos de cuatro burgueses, sí, burgueses, sí, cuatro. Pero bueno, aquí no puedes decir nada porque hay una dictadura, ¿no?, y si dices algo así se te echan encima, aunque tomes la precaución de enviar por delante al Rey, es muy muy fuerte, en serio. Y luego, bueno, he pensado gastar 22.000 millones de pesetas en un plan para que la gente lea y eso, ¿no? Libros, sobre todo, vamos, básicamente libros, no prospectos de medicamentos ni cromos bimbo, que están bien pero dan una visión incompleta: que la gente lea libros, porque es muy fuerte, aquí nadie lee y cualquiera puede llegar a cualquier cosa, en serio, fuerte, fuerte, fuerte; ¡imagínate que llega a ministro de Cultura alguien que, o sea, universitario, doctor, megamaster en los USA y luego de historia de España ni idea! Puf, qué fuerte, ¿te gustan mis botos de ante?

4. Lo que no me gustaría ser: el fisioterapeuta de Zapatero. Ese brazo derecho, arriba y abajo, dale que te pego, ñec-ñec, ñec-ñec, cortando el aire con la mano como un hacha, ñec-ñec ñec-ñec, y yo os digo, compañeros, ñec-ñec, ñec-ñec en cada sílaba ñec-ñec, os repito, compañeras, ñec-ñec, ñec-ñec, que vamos a hacer ñec-ñec, ñec-ñec... Yo casi nunca me entero de lo que va a hacer Zapatero, porque se me va la mirada al brazo derecho, ñec-ñec, ñec-ñec, lo que debe de sufrir ese codo. Invéntese otro gesto, don José Luis, le debe rogar su fisio. Y él responde: 'Éstos son mis gestos, ñec-ñec, y al que no le gusten, ñec-ñec, que se aguante, ñec-ñec, ñec-ñec, ¡ay!'. ¿Lo ve?