Alonso se queda sin director técnico

El nombre de Gustav Brunner no es de los que habitualmente aparecen en los medios de comunicación. Sin embargo, en los últimos días se ha convertido en uno de los personajes centrales de la Fórmula 1 automovilística. El ingeniero austriano era el director técnico del equipo Minardi desde 1998 y el diseñador del coche de Fernando Alonso. Pero el ingeniero austriaco, de 50 años, ha anunciado que deja Minardi para convertirse en el jefe de diseño de Toyota, que debutará en la F-1 la próxima temporada.

La noticia causó estupor en Minardi. Brunner contaba con la connivencia de Giancarlo Minardi y Paul Stoddart, el presidente y jefe de la escudería italobritánica; es incluso accionista, según algunas fuentes, y su fidelidad parecía inquebrantable.

Minardi deberá correr el resto del campeonato sin su diseñador. A partir del Gran Premio de Austria, la séptima prueba del Mundial, que se disputa hoy en el circuito de A1-Ring, Alonso estará algo más desamparado en las carreras. Ayer, el asturiano logró el 18º mejor tiempo mientras que el catalán Pedro Martínez de la Rosa fue el 14º en la sesión oficial de entrenamientos, que dominó el líder, el alemán Michael Schumacher (Ferrari), por delante de los Williams del colombiano Juan Pablo Montoya y de su hermano Ralf.

'Es una pérdida crucial', reconoce Adrián Campos, representante de Alonso; 'para mí, Brunner es uno de los mejores diseñadores de la F-1. Pero el equipo está estructurado para que su adiós no suponga un descalabro. El coche ya está diseñado y funciona bien. Por tanto, no debe ocurrir nada. En cuestiones de puesta a punto, Brunner no interviene. Pero, si surge algún problema estructural, podrían plantearse dificultades'.

Durante su etapa en Minardi, Brunner ha trabajado en condiciones precarias. Nunca ha dispuesto del dinero suficiente para crear un equipo técnico de diseño y otro de competición y tampoco ha dispuesto de motores competitivos. Desde 1998 trabajaba con los mismos motores Ford, a los que el año pasado llamaron Fondmetal y esta temporada European. A pesar de este problema insalvable, Brunner consiguió en 2000 mejorar dos segundos por vuelta sus tiempos y este mismo año rebajar otros tantos sólo rediseñando el chásis y cuidando especialmente la aerodinámica.

'Su trabajo fue extraordinario', recuerda Marc Gené, que se quedó sorprendido por la evolución del Minardi que pilotó en 2000 sin haber cambiado de motor. 'Brunner es muy bueno', reconoce. Su historial no engaña: entró en la F-1 en 1978 y trabajó en Arrows, Alfa Romeo, Ram, March, Ferrari y Minardi. Pero cualquiera podría cuestionar por qué siendo tan brillante se mantenía en un equipo con tan pocos medios. 'No quiere vivir en Inglaterra', dice Campos; 'su esposa es italiana y le gusta estar en Florencia. Ahora, con Toyota, estará en Alemania, cerca de su país, y tendrá más medios para trabajar'.

Minardi ha planteado una querella contra Brunner porque ha roto el contrato que tenía hasta 2003. Pero los problemas para la escudería no han hecho más que empezar. Gabriele Tredozzi, segundo ingeniero, sustituye ya a Brunner. Pero, sin un diseñador de primera fila, Renault o cualquier otra marca oficial difícilmente les cederá motores para la próxima campaña. La continuidad de Alonso estará en serio peligro: 'Yo dependo de Renault. Si Minardi quiere que siga aquí, debe arreglarse con ellos'. En Austria, pues, Alonso vivirá una nueva experiencia: un Gran Premio sin Brunner.