La Real Sociedad toma aliento

La Real Sociedad, tan dispar del Villarreal en su concepción del fútbol, tomó ayer aliento, en su huida de la Segunda División, con una victoria sustentada en la velocidad de López Rekarte y Tayfun, para sacar provecho de dos zarpazos de su equipo, y la picardía de Idiakez, que castigó la distracción de la defensa del equipo castellonense para sentenciar el encuentro en la segunda parte.

Ese gusto por el fútbol de toque hace del Villarreal un cuadro atractivo, muy generoso, para el espectador. Su afición ha crecido a base de un pim-pam-pum que merece un reconocimiento unánime. Es difícil que uno de sus jugador dé más de dos golpes al balón. 'Calleja, más cerraditos', ordena Víctor Muñoz a uno de sus centrocampistas. Más cerraditos, más agrupados. O sea, más apoyos al compañero que tiene el balón. Y el Villarreal se lo puede permitir: tiene jugadores para ello, para jugar al fútbol como la seda. Ahí está Jorge López, que tan pronto le pone la pelota en la cabeza a Palermo con un sutil centro como tira una pared con Víctor, que da rienda suelta a su talento.

Claro que todo esto se puede ir al traste o no surtir ningún efecto en el marcador si en un arrebato, una fulgurante acción de López Rekarte, por ejemplo, el rival marca. Vaya golazo, por cierto, el de López Rekarte. A Arruabarrena aún debe crujirle la cadera, pues el lateral vasco le dejó clavado con un recorte que le colocó en una excelente situación para batir a López Vallejo. Fue lo que hizo: le pegó de lleno a la pelota con la zurda, que entró como una exhalación en la portería local.

Pero por ahí andaba Víctor para fastidiar la tarde a Toshack. El delantero del Villarreal marcó su 14º gol en la Liga: batió a Alberto con un tiro raso muy ajustado a un poste cuando la Real revisaba su plan tras adelantarse en el marcador.

Pero con un fútbol poco elaborado, sin florituras, la Real sacó petróleo en la segunda parte de su escaso rendimiento ofensivo. A ello contribuyó el Villarreal, cuya defensa cantó de lo lindo, sobre todo en el tercer gol donostiarra: Idiakez castigó la apatía de la zaga castellonense en una falta. Antes el turco Tayfun ya le había enseñado al Villarreal que con apenas dos pases se puede crear mucho peligro.

El conjunto de Toschack incluso pudo marcar algún gol más en los últimos minutos, pues el ruso Khokhlov se plantó solo ante López Vallejo tras deshacerse de dos defensas, pero el portero evitó la goleada. Así, con un fútbol vertical, a trompicones a menudo, la Real le fastidió la noche al Villarreal, que se aleja de la Copa de la UEFA.