' El actor es muy vanidoso porque no es feliz si no triunfa'
Actriz de apellido, Amparo Larrañaga creció entre bambalinas. Su familia es responsable de una parte de la historia del teatro español reciente y ahora ella ha vuelto a los escenarios después de una buena temporada trabajando en televisión, donde ha aumentado en gran medida su popularidad. El pasado jueves comenzó en Granada la escenificación de Las amistades peligrosas, obra en la que ella representa a la envarada aristócrata Merteuil.
Pregunta. ¿Qué aporta el teatro a esta historia más conocida por sus versiones cinematográficas?
Respuesta. Siempre tenemos mucho complejo al suponer que no vamos a estar al nivel de las grandes estrellas de las superproducciones de cine, donde todo está preparado para que sea perfecto. Pero el teatro está lleno todos los días, incluso cuando ponen la misma película en la televisión. Los espectadores desean verte a ti. La gente de la calle quiere ver a sus actores en directo. Entre las dos opciones, yo no me lo pensaría.
P. ¿Se reproducen en la actualidad los conflictos morales de los personajes de esta obra, ambientada en la época previa a la Revolución Francesa?
R. Hay muchas cosas que han cambiado. Una mujer feminista no necesita una máscara de virtud para ejercer el libertinaje. Pero sigue igual la vanidad o el escaparate. El hecho de que algunos maten por cinco minutos en televisión es comparable, pues entonces no había tele pero sí actos sociales. No obstante, los juegos de vanidad de aquel momento eran más inteligentes. Hoy no existe ni eso, pues cualquiera puede ser el amo de la televisión durante meses y vender su alma. Otra cosa similar es que aún predominan sentimientos como la vanidad, los celos o el dolor, ya que por mucho que subamos a la luna seguiremos llorando por las mismas cosas.
P. La participación de actores de tradición teatral en series televisivas se ha convertido en una moda...
R. La televisión da trabajo y el actor de teatro cobra muy poco dinero. Además hay otras cosas en juego: más fama, más popularidad, que llevan a conseguir más trabajos. Y estas cosas les gustan a los actores, porque si no es así se frustran. Por otra parte, en una representación te ven cientos de personas que guardan tu actuación en el recuerdo, mientras que en televisión llegas a millones de espectadores y además queda registrado para siempre.
P. ¿Los actores hacéis teatro hoy casi por el amor al arte?
R. Por este motivo o por necesidad, cuando no hay otra cosa. Sin embargo, el actor es muy vanidoso, porque si tu trabajo no se ve, no tiene sentido. El actor no es feliz si no triunfa, a diferencia de otras profesiones de la vida en las que se puede ser una persona normal. Además, en esto no se sabe qué hay que tener para conseguir el éxito.
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