Más de 1.000 escolares han diseñado 10 jardines de Barcelona

Jardines para casi todo y para todos. Es la exigencia de algo más de un millar de niños y adolescentes que han diseñado 10 jardines de Barcelona, uno por distrito. Se trata de espacios ajardinados -interiores de manzana, pequeños parques y plazas- que ya existen y que se reformarán en los próximos dos años siguiendo el criterio de los jóvenes que los han rediseñado.

Los trabajos fueron expuestos ayer en el Ayuntamiento de Barcelona, en la sexta audiencia pública concedida a los jóvenes de la ciudad, que llenó a rebosar el Saló de Cent y también el patio interior del consistorio. '¿Cómo quieres que sea el jardín de tu distrito?', es la cuestión que planteó el Ayuntamiento hace un año y una de las que han suscitado mayor interés y participación. Un total de 1.085 niños y adolescentes de entre 11 y 17 años pertenecientes a 26 escuelas y a 6 casals de la ciudad han tomado parte activa en los proyectos.

Los proyectos incluyen espacios diferenciados para cada tipo de usuario

Hubo peticiones y gustos de todo tipo, muchas de ellas en función de las edades. Las más reiteradas se han introducido en la mayoría de los proyectos. Por ejemplo, las zonas de pipicán estarán claramente señalizadas y diferenciadas en los jardines, 'de manera que los dueños de los animales sepan cuál es la zona que les corresponde, lo que evitará tener que vallar las áreas de los niños porque eso no nos gusta. Como tampoco es nada agradable beber en la misma fuente que los perros', explicaba ayer una de las jóvenes en el Saló de Cent.

Otra de las peticiones en las que se insiste es la colocación de pistas para la práctica de monopatín. 'Sabemos que no se pueden colocar en todos los jardines, pero al menos en uno por distrito', resumía una estudiante de Sarrià-Sant Gervasi. Los niños y jóvenes no quieren ensuciar las paredes, por ello han solicitado que en los jardines que han diseñado dispongan de una pared para hacer pintadas. 'No para escribir, sino para dibujar graffiti artísticos', reclamaba otra estudiante del Eixample.

La petición de un espacio diferencial para cada tipo de usuario se repite en casi todos los proyectos. Una zona pensada para los más pequeños -con columpios y toboganes-, otra para que los más mayores puedan charlar, que es a lo que más tiempo dedican, y para los padres y abuelos. Y también espacios para pequeños conciertos. 'Nos gustaría tener una zona de césped para echarnos y charlar. Incluso estamos dispuestos a comprometernos a descalzarnos', afirmaba otra participante.

La petición de espacio verde fue muy reiterada. En algunos lugares, como en el interior de manzana de Viladomat-Diputació, en el Eixample, los estudiantes han dibujado algo parecido a un laberinto de árboles y flores. Los proyectos se han realizado teniendo en cuenta criterios sostenibles, lo que en la prática supone que Parques y Jardines limita el césped por el mantenimiento y coste que supone. 'A todos nos gusta el césped, pero hay que pensar en otras alternativas, como la hiedra, que es menos costosa', contestaba ayer la concejal y presidenta de Parques y Jardines, Imma Mayol, a la pregunta de uno de los alumnos.

El coste del mobiliario urbano y de los árboles y plantas es una de las cosas que más han sorprendido a los escolares. 'No se imaginaban que cada banco puede valer 200.000 pesetas o que los toboganes cuestan tanto dinero'. 'En cuanto hablaron de números, todos fueron conscientes de que hay que controlar el gasto y a veces ellos mismos cambiaron sus propuestas para evitar actos vandálicos,' explicaba Rosa López, arquitecta de Parques y Jardines.