El 'caso Aussaresses'
Nunca es demasiado tarde. El casi medio siglo que separa los peores momentos de nuestra 'guerra sucia' en Argelia de la declaración solemne de Chirac del pasado viernes cuenta poco, una vez que lo esencial se ha logrado: la condena, al más alto nivel de Estado, de 'las atrocidades, actos de tortura, ejecuciones sumarias y asesinatos que pudieron haber sido cometidos durante la guerra de Argelia'. (...)
En menos de un año (...) nuestra memoria colectiva habrá dado un vuelco, abandonando por fin la postura del olvido o la negación respecto a la guerra de Argelia. (...)
En todas partes, las detalladas confesiones del general Aussaresses han sido sorprendentemente calificadas de 'dañinas, odiosas' (Raymond Forni), haciendo notar su 'indignante cinismo ' (Lionel Jospin) o incluso atribuyéndoles un carácter 'intolerable'. Son los crímenes cometidos los que son intolerables, dañinos, odiosos. Son las autoridades que los han encubierto u ordenado los que ostentan un cinismo indignante. No es la confesión de uno de sus criminales lo que nos choca, sino la realidad que con ella se nos desvela, una realidad que va más allá de la propia persona de Aussaresses. (...) Sin (...) el relato clínico de Aussaresses de los crímenes que había cometido, Francia no se hubiera visto obligada a hacer frente a tal realidad. Este hombre es condenable no por lo que dice, sino por lo que ha hecho. Ahora bien, lo que ha hecho no lo ha hecho como francotirador, sino como soldado disciplinado de una República a la deriva.
París, 7 de mayo
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.