Morientes, a marchas forzadas

Fernando Morientes jadeaba, maldecía sus fallos, su falta de finura física... Luchaba, ayer, por cada balón en el entrenamiento del Real Madrid previo a su despegue por la tarde hacia Múnich, donde mañana le aguarda con un gol de ventaja el Bayern en la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones.

Es el único delantero centro de que dispone el equipo blanco y sabe que su concurso es muy necesario para encararse al conjunto alemán en un partido que exigirá acciones épicas, pues es preciso ganar, algo que ningún cuadro español ha conseguido nunca en su estadio Olímpico. Pero todavía más para él mismo, según confiesa: 'El más necesitado soy yo, por las ganas que tengo de jugar este partido'.

La semana pasada, en el turno del Bernabéu, Morientes no pudo ser convocado por Vicente del Bosque por culpa de una lesión y el Madrid no encontró a nadie que definiera sus numerosas llegadas al área de Kahn.

El toledano sufre una osteopatía de pubis desde la temporada pasada y hace cinco meses que no se entrena con total intensidad. Salta menos, corre más despacio, ha perdido la explosión y es muy raro verle hacer el típico sprint corto de los delanteros para pillar los balones centrados al área.

En ese estado siguió mostrándose ayer en la Ciudad Deportiva. Cierto es que metió varios goles, pero siempre fue rematando pases clavados a su cabeza o a su pie. En cualquier caso, ¿será necesario alinearle aunque esté a media máquina? 'Hay que estudiar mucho la situación', comentó Del Bosque, con tono escéptico, pues no está convencido del rendimiento que puede ofrecer Morientes. Otras fuentes del club advierten de que le ven 'sin suficiente confianza' ante los dolores que viene sufriendo en los últimos meses y que le han tenido al borde del quirófano.

Tras el entrenamiento en el campo, Morientes estuvo casi dos horas en la clínica blanca haciendo lo que el médico, el doctor Alfonso del Corral, definió con un eufemismo: 'Tratamientos de medicina avanzada para recuperarse'. Al salir, con la barba afeitada y habiendo borrado sus señales de agobio, Morientes sí dijo que se encuentra en plena forma: 'Estoy bien, para jugar desde el principio'.

Se le notaba a Morientes la vena de competidor nato. Se pasó la mañana luchando por mostrarse ante Del Bosque en un partidillo de seis contra seis que explotaba los centros desde las bandas y los remates a un toque en el ataque y los despejes por arriba en la defensa. Algo muy similar a lo que se espera en el estadio Olímpico. Allí, según dijo Raúl, 'se verá a un equipo buscando el gol y a otro que hará lo mismo que vino a hacer aquí a Madrid, encerrarse. Con más razón, si se tiene en cuenta que tienen un resultado favorable que defender'.

Y se verá a Raúl, que, aunque tiene una contractura, también dice que quiere jugar. Y junto a Raúl, a otro delantero: Morientes o Guti, dos que ayer se disputaban el puesto a brazo partido. Como en un centro de McManaman desde la izquierda que Guti despejó con la mano antes de que llegara Morientes a cabecearlo. '¡Eh!', gritó Morientes a Del Bosque: 'La ha tocado con la mano'.

Por otra parte, el presidente del club, Florentino Pérez, reiteró ayer que mantendrá su 'pacto de caballeros' con su homólogo del Barcelona, Joan Gaspart, y que el fichaje de Kluivert 'no entra' en sus planes.