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Europa, territorio conquistado

Los clubes españoles aspiran a lo máximo en fútbol y baloncesto tras ganar ya la Copa Korac, el balonmano, el hockey y el fútbol sala

Fútbol, baloncesto, balonmano, hockey sobre patines, fútbol sala, waterpolo, hockey sobre hierba... Allí donde se disputa una final europea hay un club español, cuando no dos. Nuestros equipos se han situado a la cabeza del deporte europeo y esta temporada van en pos del récord con su dominio, a veces absoluto, en casi todas las disciplinas. Valero Rivera, el entrenador del Barcelona de balonmano, el equipo que ha marcado toda una época, considera natural la eclosión: 'En los clubes españoles se trabaja muy bien y, además, se invierte mucho dinero. Por lo tanto, es lógico que triunfen'.

El fútbol se acerca en la Liga de Campeones al histórico registro de hace un año, cuando el Real Madrid y el Valencia jugaron la final en París después de que los valencianistas eliminaran en las semifinales al Barcelona. Ambos se encuentran de nuevo, con permiso del Bayern Múnich y el Leeds, a un paso de repetir aquel partido. Sería el próximo día 23 en Milán. Una semana antes, el 16, en Dortmund, el Alavés intentará culminar su epopeya en la Copa de la UEFA a costa del Liverpool.

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España siempre ha destacado en el deporte europeo por clubes gracias a los éxitos obtenidos básicamente por el Madrid, gran dominador de las Copas de Europa de fútbol y baloncesto, y el Barcelona, especialmente en el balonmano y el hockey sobre patines. Pero el dominio madridista se cimentaba en épocas ya pretéritas, las de los Di Stéfano, Puskas o Kopa, o las de los Emiliano, Luyk o Ramos. Tuvieron que pasar decenios hasta que se renovaron aquellos éxitos. Desde el último del Madrid yé-yé, en 1966, pasaron 26 años hasta que el Barcelona volvió a dar color español a la Copa de Europa con el memorable triunfo del dream team de Johan Cruyff en Wembley en 1992. Y tuvieron que pasar 13 para que el Joventut, en 1994, tomase el relevo en la Copa de Europa de baloncesto.

Aquellos títulos, a los que hay que añadir el del Madrid de baloncesto en 1995, fueron puntuales. Pero durante las últimas cuatro temporadas la cosecha es extraordinaria gracias a los títulos madridistas en la Copa de Europa de fútbol en 1998 y 2000 y a los ocho consecutivos de los clubes españoles en la Copa de Europa de balonmano, cinco de ellos del Barcelona.

'Hemos implantado un estilo que ha cambiado el juego y lo ha mejorado no sólo en nuestra Liga, sino también a nivel internacional', cuenta el entrenador azulgrana de balonmano, Rivera. 'El nivel del balonmano desplegado por el Barça ha sido muy alto (seis Copas de Europa, cinco Recopas y cuatro Supercopas) y se ha basado en la velocidad, en una excelente preparación física, en realizar defensas más profundas y en aumentar el número de los goles marcados. Es un estilo que están aplicando ahora muchos equipos en España y en Europa. Creo que el predominio español en Europa va a continuar en el futuro', concluye.

Bozidar Maljkovic, que acaba de ganar su primera Copa Korac con el Unicaja de Málaga y que entre los 18 títulos que ofrece en su currículo como entrenador cuenta con cuatro Copas de Europa, prefiere hablar sólo de sí mismo y no generalizar sobre el éxito de los técnicos yugoslavos porque asegura que cada uno tiene su propio sistema y que no conoce a todos, aunque sí tiene claro que sólo tienen éxito los que son 'trabajadores y muy duros'. Su principal receta es la disciplina, si bien enfatiza que 'trabajar y ser duro también significa ser humano'. Se precia de ser muy exigente con sus jugadores, pero también de mantener con ellos una excelente relación: 'Me gusta que sufran, que respeten una disciplina, que suden el trabajo... Pero ellos saben que si necesitan sangre de mí la tienen. Mis jugadores saben que Maljkovic va a morir por ellos'.

El entrenador serbio asegura además que no hace diferencias entre hombres por cuestión de nombre o situación ('critico a todos por igual', asevera) y, recordando su etapa en el Barça, dice que censuraba igual a Epi que a Galilea o Esteller. Así, cuenta con indisimulado orgullo que Epi le dijo en una ocasión que él le había criticado más que todos los demás entrenadores que había tenido juntos, pero que se lo agradecía mucho porque siempre había tenido razón. Ahora, asegura Maljkovic, mantiene con Epi y Solozábal una relación mejor que la que ambos ex jugadores azulgrana tienen con otros técnicos que aparentemente les mimaron más.

Sobre el éxito de los técnicos yugoslavos, el del Unicaja dice que no cree que pueda distinguirse entre los entrenadores y los jugadores y apela a razones educativas. 'Nuestra educación empieza en la escuela y en la familia. En Yugoslavia, si un cadete falla unos tiros libres o un lanzamiento decisivo, no puede dormir ese día en casa. Sus padres, sus compañeros, le critican. Así aprenden a ganar desde pequeños'. Eso sí, reconoce que tal sistema 'puede parecer muy severo', pero asevera que 'te obliga a ganar, te hace madurar'. 'No jugamos para divertirnos, sino para ganar. Estamos acostumbrados a vivir con la presión', enfatiza.

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