Pere Pi-Sunyer, político

Pere Pi-Sunyer Bayo falleció ayer en Barcelona a la edad de 82 años. Fue consejero de Educación y Cultura de la Generalitat de Cataluña durante la presidencia de Josep Tarradellas, entre 1977 y 1980, y senador elegido por unanimidad por el Parlamento catalán. Como consejero fue el artífice del decreto que introdujo la obligatoriedad de la lengua catalana en el sistema educativo.

Miembro de una conocida familia de la localidad ampurdanesa de Roses, donde hoy será enterrado, su padre fue un ilustre médico y científico de proyección internacional y su tío, Carles Pi-Sunyer, fue alcalde de Barcelona, ministro de la República y consejero de la Generalitat republicana.

Al final de la guerra civil, cuando tenía 21 años, se exilió junto a otros 13 miembros de su familia en Venezuela. Estudió Economía en Estados Unidos, en la Universidad de Cornell, y trabajó durante varios años para una multinacional petrolera, aunque siempre mantuvo vivo su catalanismo, que le llevó, entre otras cosas, a presidir el Centre Català de Caracas. Poco antes de exiliarse protagonizó una anécdota que se convirtió en uno de los carteles emblemáticos de la contienda española. Era verano, calzaba alpargatas y se encontró en la calle con el fotógrafo Català Pic, que buscaba una imagen de propaganda antifascista. El fotógrafo le pidió que pisara una cruz gamada en el suelo y así nació el famoso cartel.

En 1969 regresó a España. Tras la muerte de Franco se afilió a Esquerra Democrática de Cataluña, el partido creado por el también economista Ramon Trias Fargas, que se fusionó poco después con Convergència Democratica (CDC). En 1977, con la restauración de la Generalitat y la vuelta del exilio de su titular Josep Tarradellas, fue nombrado consejero de Enseñanza y Cultura, desde donde impulsó el decreto regulador de la enseñanza del catalán, que de hecho lo convertía en la lengua vehicular del sistema educativo. Luego fue senador y finalmente se retiró de la actividad política. En 1992 publicó sus memorias bajo el título Del vell i del nou mon (Del viejo y del nuevo mundo) (Edicions 62).

En una entrevista concedida con ocasión de la presentación del libro, reconoció que añoraba muy a menudo sus años americanos, y especialmente el trópico, pero que aquel mundo que conoció en su juventud ya había desaparecido.

El presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, definió ayer a Pi-Sunyer como 'un auténtico señor, una gran persona, representativa de lo que ha sido el catalanismo, con todos sus momentos gloriosos y sus momentos difíciles. Él y su familia son muy representativos de lo que ha sido el nacionalismo catalán del siglo XX'. 'Lo siento mucho', añadió Pujol, 'también desde el punto de vista personal, porque manteníamos una muy buena relación'.-