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Reportaje:

Un mes sin despegar

Iberia cumple los primeros 30 días en Bolsa con el mismo valor que tenía cuando salió a cotizar

Iberia no ha logrado iniciar el vuelo en su primer mes en el mercado bursátil. Si el pasado día 3 de abril aterrizaba en el parquet a un precio de 1,19 euros por acción, tras salvar dos meses de turbulencias, ayer cerraba a 1,18 euros. Ha cumplido un mes de vuelo plano que ha dejado frío a los analistas, quienes auguran similar altitud y actitud en las próximas semanas. El valor tocó techo el día 5 de abril al cerrar a 1,21 euros. Posteriormente, ha repetido durante muchas jornadas la cotización del arranque (1,19 euros) para cotizar ayer a 1,18 euros. El mínimo fue el mismo día de su salida a Bolsa al cerrar a 1,17 euros. El primer día de cotización se negociaron 106.502.200 acciones y el volumen de cotización bajó al tercer día a 16.915.060 títulos, para llegar en la sesión de ayer a 1.500.000 títulos.

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La cotización de Iberia

La salida a Bolsa de Iberia, gestada e incluso anunciada con dos años de antelación, reunió todos los alicientes para que no fuera un éxito, como perseguía la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controlaba el 53,9% del capital que se privatizó.

Una huelga de celo de los pilotos del SEPLA que duró 10 días en pleno proceso de privatización de la compañía puso la operación al borde de la suspensión. Un órdago del presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, a ese colectivo en el sentido que suspendía la operación hizo que el SEPLA aplazara sus reivindicaciones laborales hasta después de la salida a Bolsa.

Sin embargo, la huelga rebajó el valor de la companía y manchó su imagen ante los inversores, que ven un peligro latente la fuerza del SEPLA en la operativa diaria de la empresa.

El núcleo estable español (Caja Madrid, BBVA, Logista, El Corte Inglés y Ahorro Corporación) pleiteó con la SEPI justo el día anterior de salir a Bolsa porque el precio al que tuvieron que pagar sus títulos (el 30% del total) fue prácticamente el triple de lo que salió a Bolsa. British Airways y American Airlines, los socios institucionales extranjeros, sí recibieron una indemnización al haber recogido una cláusula en ese sentido. El espectáculo que se dio fue lamentable. El propio Ferreras criticó en el Parlamento la actitud de los socios españoles y reconoció que parar la venta de la empresa habría sido tirar por el suelo el trabajo de varios años.

Después de la salida a Bolsa, con todo el sector aéreo europeo rebajando beneficios, los gestores de la SEPI han descansado, aunque la operación ha sido un ejemplo de inoportunidad. Mientras tanto, el SEPLA comienza a generar tensión en el convenio en una Iberia ya totalmente privada.

Ayer se cumplía el plazo para que los bancos colocadores ejercitaran el 5,4% del capital que se quedaron (green shoe). Los bancos no informaron de si lo han ejecutado.

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