Los editores independientes copan el Salón del Cómic

A principios de la década de 1990, el dibujante Max marcó uno de los primeros intentos de ofrecer un cómic de autor en ediciones dignas. Con el también dibujante Pere Joan creó la revista Nosotros somos los muertos, un estandarte de los nuevos y veteranos dibujantes. Una vez dado por concluido este proyecto, la herencia de esta idea ha sido recogida por Inrevés Edicions, empresa que dirige Pere Joan junto con Sebastià Marí y con la dirección editorial de Max. Su primer lanzamiento han sido cuatro álbumes: Diario de Nueva York, de Julie Doucet; Estigmas, de Lorenzo Mattoti y Claudio Piersanti; Tingran, un libro de dibujos de Pere Joan, y Fin, obra de Linhart.

Max explica: 'En esta nueva etapa estamos abiertos a todo tipo de propuestas. Hemos perdido ciertos prejuicios'. Estas ediciones están dirigidas a recuperar un público antiguo y a incorporar otro nuevo. 'Queremos que el lector que leía cómics de autor en la década de 1980 vuelva a tener este hábito'. En opinión de Pere Joan, el perfil de su público 'es una persona inquieta a la que le pueden interesar tanto el cómic como la literatura o la música'.

Paco Camarasa, responsable de Edicions de Ponent, también piensa recuperar el espíritu de la década de los ochenta del siglo XX, pero con una visión plenamente profesional. 'Nosotros ofrecemos un contrato a los dibujantes, incluso pagamos por adelantado', explica el editor, convencido de que la creatividad ha de ir pareja al rigor empresarial. Ponent acaba de editar V Girl, que marca el regreso del dibujante Pep Brocal con una historia escrita por Felipe Hernández Cava sobre las prostitutas que rodeaban las grandes fábricas armamentísticas en Estados Unidos en plena II Guerra Mundial.

Paso adelanteJesús Moreno, director de Ediciones Sinsentido, afirma: 'La nueva edición independiente es un paso adelante con respecto al trabajo desarrollado por los fanzines, que siguen cumpliendo su función para los autores noveles'. Sinsentido presenta en este salón La ascensión del gran mal, de David B.; El jardín de la Luna, segunda entrega de la serie Poco, que narra las singulares relaciones de una niña y un vampiro, de Ricard Castells; Silent blanket, de Gabriella Giandelli, y Bajo un cielo difuso, de Manolo Hidalgo.El trabajo de estas editoriales ha permitido recuperar los nombres de Bartolomé Seguí, Mauro Entrialgo, Gallardo, Sento, Das Pastoras y Arnal Ballester, entre otros autores. 'Queremos abrir un camino que reviva el espíritu de la década de 1980, pero incorporando a nuevos autores', explica Moreno.En el Salón del Cómic también está presente la editorial La Factoría de Ideas, entre cuya importante producción independiente editada en las últimas temporadas se encuentra el libro Adiós Chuky Rice, de Craig Thompson, un surreal pero tierno relato de amor imposible. Otra de las indis (independientes) que ha contribuido a este despegue editorial es Under Cómic, que entre otros destacados títulos editó Cómo fui bombardeado por el mundo libre, de Aleksandar Zograf.Un fenómeno de características diferenciadas pero que ha abierto una nueva vía de difusión del cómic es el protagonizado por Cels Piñol, un dibujante de capacidad gráfica esquemática pero con un gran talento para comunicar. Desarrollado al amparo de las secciones de correo de las revistas de superhéroes, el mundo de Piñol, ejemplarizado con la serie Fanhunter, ha invadido todo el universo del ocio adolescente: cómics que actualmente edita Planeta-De Agostini; juegos de rol coeditados por el propio autor con La Factoría de Ideas y, lo que es más sorprendente, una serie de dibujos animados en fase de producción pensada para Internet. Cels Piñol, que creó -arropado por su propia familia- la empresa Fanhunter, SL, para la comercialización de su universo, ha cedido los derechos de explotación de imagen a la empresa audiovisual Merlín Web TV, que además de la animación en formato Flash, está preparando la edición de un videojuego basado en los personajes creados por Piñol. También aparecerá en breve un disco cuyos intérpretes son los personajes de Fanhunter.

La jornada inaugural, en la que estuvo presente el alcalde de Barcelona, Joan Clos, sufrió las inclemencias del tiempo. Los originales de la exposición de Max fueron retirados a causa de la lluvia.